Actualizado: 05/07/2024
El calor más ardiente del verano podría ser el aliado inesperado en la lucha contra la escasez de agua. Investigadores de la Universidad de Texas en Austin han diseñado un dispositivo que, aprovechando las altas temperaturas, tiene el potencial de cambiar vidas en regiones áridas.
Agua del aire: no es magia, es ciencia
El equipo de la Universidad de Texas no se limitó a imaginarlo, sino que logró extraer agua del aire y hacerla potable utilizando solo la energía solar.
Lo asombroso es que este proceso puede llevarse a cabo en temperaturas de alrededor de 40°C, típicas de un verano texano. Imagina colocar un dispositivo al aire libre y que éste, sin más esfuerzo, te proporcione agua fresca y limpia.
La magia detrás: el hidrogel
Guihua Yu, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica Walker de la Cockrell School of Engineering, comenta sobre este innovador desarrollo: «No solo estamos extrayendo agua de la nada. Lo hacemos de manera rápida y sin consumir mucha energía. La particularidad de nuestro hidrogel es cómo libera el agua. Con las fluctuaciones de temperatura de un verano texano, no es necesario ningún calentador».
Microgels: la clave de la eficiencia
Lo realmente revolucionario de esta investigación es la adaptabilidad del hidrogel en micropartículas, denominadas «microgels». Estas pequeñas partículas mejoran la velocidad y eficiencia del proceso de captura y liberación de agua. Weixin Guan, líder de la investigación, subraya: «Al transformar el hidrogel en partículas microscópicas, la captura y liberación de agua se vuelve ultrarrápida. Esto se traduce en una producción de agua mucho más eficiente«.
Futuro
Si bien el dispositivo es prometedor, el equipo sigue buscando mejoras, con la esperanza de transformarlo en un producto comercial. Están particularmente enfocados en optimizar los microgels para aumentar aún más la eficiencia.
El gran desafío será escalar esta tecnología. Si se logra, podría ser una solución portátil y económica para ofrecer agua potable en todo el mundo, beneficiando especialmente a países como Etiopía, donde cerca del 60% de la población no tiene acceso básico a agua limpia.
El equipo también está desarrollando versiones del dispositivo hechas de materiales orgánicos para reducir costos de producción. Yaxuan Zhao, estudiante de posgrado en el laboratorio de Yu, enfatiza: «Desarrollamos este dispositivo con el objetivo de que esté disponible para quienes necesitan acceso rápido y constante a agua potable, especialmente en zonas áridas«.
Con este tipo de avances, el futuro del acceso al agua potable parece más esperanzador, convirtiendo el calor del verano en un aliado insospechado.
Vía utexas.edu
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