Actualizado: 06/10/2022
La asunción de trabajos humanos por parte de máquinas dotadas de inteligencia artificial es un proceso inevitable. Durante décadas, los robots y los algoritmos nos han ayudado en actividades repetitivas y sencillas, y con el desarrollo de la IA, el aprendizaje automático, las redes neuronales profundas y otras tecnologías similares, pueden realizar tareas cada vez más complejas. Una de esas tareas es la limpieza.
Martijn Lukaart y Edwin Bos, dos ingenieros holandeses y fundadores de TechTics, han construido una máquina móvil de limpieza de playas que puede detectar las colillas, recogerlas y depositarlas en un contenedor seguro.
Cada año, 4,5 billones de colillas acaban en el medio ambiente. Los fragmentos fibrosos pueden tardar 14 años en desintegrarse.
En las playas, son el resto humano más común, y cuando el agua toca las colillas desechadas, se filtran más de 30 sustancias químicas que son «muy tóxicas» para los organismos acuáticos y suponen un importante problema de residuos peligrosos.
Esta basura no sólo perjudica al medio ambiente, sino que tiene un aspecto antiestético e interfiere en el descanso en la playa. Bos y Lukaart, de TechTics, decidieron hacer algo al respecto, y así nació BeachBot.
Con la ayuda de los sistemas de inteligencia artificial de Microsoft, BeachBot aprende a encontrar mejor las colillas, incluso si están parcialmente enterradas en la arena.
A continuación, recoge estas colillas de la arena y las deposita en un contenedor interno. Más tarde, se vacía ese cubo en un contenedor de basura.
El robot de limpieza de playas se desplaza sobre la arena con cuatro ruedas de aspecto hinchado y usa dos cámaras a bordo para mirar hacia delante (para evitar personas y objetos) y hacia abajo.
BeachBot aún está en fase de aprendizaje mediante el sistema Trove AI del gigante del software, que ayuda a proporcionar conjuntos de imágenes para este tipo de tareas de aprendizaje automático. Enseñar al robot a encontrar su presa requiere mucha gente.
TechTics debe mostrar al robot (y, en concreto, al sistema de IA) miles de fotos de colillas, todas ellas en distintos estados, como parcialmente ocultas, para que pueda reconocerlas y recordarlas.
La aplicación Trove pone en contacto a los desarrolladores de IA con los fotógrafos a través de un mercado de datos transparente.
En este caso, la gente puede enviar sus fotos y TechTics paga directamente a los colaboradores 25 céntimos por cada imagen aceptada.
TechTics quiere llegar a recopilar 2.000 fotos de colillas en la playa a través de Trove para ayudar al robot a comprender plenamente lo que busca.
Hasta la fecha, ha obtenido unas 200 imágenes útiles, pero BB ya es capaz de buscar residuos con dos cámaras de a bordo, usar sus brazos robóticos y depositar las colillas en un contenedor de a bordo.
BeachBot, que mide unos 80 cm de ancho, ha demostrado que puede realizar parte de ese trabajo. En su primera demostración, recogió diez colillas en 30 minutos. Teniendo en cuenta que sólo tiene una hora de funcionamiento con una carga completa, no es extremadamente eficaz. Pero es mejor que nada.
TechTics está trabajando actualmente en dos robots más pequeños para que BB tenga un equipo de ayudantes. Los robots más pequeños cartografiarán la playa. Cuando localicen colillas, podrán enviar un mensaje a BeachBot o a otros vehículos de limpieza de playas para solicitar su retirada.
Empezamos con las colillas. Es lo que más se ensucia en el mundo. En el futuro, queremos que los robots detecten otros tipos de basura.
Edwin Bos.
Prevé que los robots trabajen de forma autónoma, alimentados por energía solar.
Vía: news.microsoft.com
Más información: www.projectbb.org
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