Actualizado: 05/07/2024
La industria del cemento es responsable del 8% de las emisiones globales de CO2, una cifra que triplica a la de la industria aeronáutica. En promedio, emitimos una tonelada de CO2 por cada tonelada de cemento producido. Si consideramos que el cemento es el segundo material más utilizado en el mundo después del agua, podemos hacernos una idea del grave impacto medioambiental que esta industria tiene. Sin embargo, no todo está perdido. Un número cada vez mayor de startups y empresas están especializándose en la producción de biocemento con bajas emisiones de carbono.
Las consecuencias medioambientales de la producción de cemento
¿Por qué es el cemento tan contaminante? Principalmente por el proceso de producción, que implica la cocción de piedra caliza a altas temperaturas. Este proceso libera óxido de calcio y dióxido de carbono. Este último es un componente clave que actúa como aglutinante para unir otros elementos esenciales en la producción de concreto. A la CO2 naturalmente liberada durante el proceso de cocción, debemos sumar las emisiones producidas para alcanzar esas altas temperaturas y la energía utilizada.
Brimestone y su innovador biocemento
Dentro de este panorama de innovación y sostenibilidad, una pequeña empresa de 35 empleados en Oakland ha logrado un avance significativo para los cementos ecológicos: ha logrado igualar las prestaciones de un cemento tradicional.
El biocemento «carbon negative» desarrollado por Brimestone ha pasado con éxito el test de compresión americano ASTM C150, equiparando así su rendimiento al del cemento Portland, el tipo de cemento más común.
¿Cuál es el secreto del biocemento de Brimestone?
Para reducir las emisiones de CO2, la startup americana ha experimentado con un método de producción diferente. En lugar de cocer piedra caliza, la compañía utiliza una roca de silicato de calcio libre de carbono, una materia prima mucho más abundante que la piedra caliza. La extracción química de óxido de calcio del silicato no libera dióxido de carbono. Además, un subproducto de este proceso es el magnesio, que naturalmente absorbe la CO2.
Este avance significa un gran paso en la investigación de materiales alternativos que podrían permitirnos descarbonizar la industria de la construcción.
El desarrollo del biocemento de Brimestone es una excelente noticia para todos aquellos comprometidos con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad.
Más información: www.brimstone.com
Fernando Cando EC154X253N dice
Muy interesante la nueva tecnología además que protege el medio ambiente