Actualizado: 13/08/2022
¿Notas una leve brisa cuando pasas la mano junto a tu ventana? ¿El aire frío cruza bajo la puerta de tu casa? ¿Ves la luz de la calle por debajo de la puerta del balcón? En los días de viento, si enciendes una vela en casa, ¿notas como baila la llama, a pesar de que las ventanas se encuentran cerradas?
Si respondes positivamente a alguna de estas cuestiones, deberías plantearte actuar para evitar las filtraciones de aire. Tapar rendijas evita las pérdidas de calor en la época fría, pero también reduce la cantidad de polvo que entra en nuestra casa y mejora el aislamiento de los ruidos exteriores. Se estima que las rendijas en puertas y ventanas pueden ser responsables de un 25% de las pérdidas de calor en las viviendas, por lo que el ahorro en calefacción que podemos lograr con un buen sellado es realmente significativo.
En las ferreterías y tiendas de bricolaje podemos encontrar diversos productos diseñados para evitar las molestas filtraciones de aire. Te presentamos los más habituales:
Burletes.
Son tiras de espuma, caucho, silicona o cepillo que se adhieren a los marcos de las ventanas o las puertas para que cierren de forma hermética (ver imagen). Las distintas consistencias y grosores permiten que podamos elegir el más adecuado para el tipo de hueco que necesitemos sellar. Es importante tener en cuenta la amplitud de las rendijas y el tipo de puertas o ventanas.
Por ejemplo, los burletes de espuma son más recomendables para rendijas pequeñas (entre 1 y 4 mm) y ventanas poco pesadas, ya que no son muy consistentes. Por el contrario, los burletes de silicona permiten tapar rendijas más anchas y son más resistentes.
Los burletes suelen tener una vida útil relativamente corta. Por eso hay que estar atentos para cambiarlos cuando se hayan deteriorado y no conserven sus propiedades para el sellado.
Estos productos suelen venderse en rollos autoadhesivos y tienen un precio asequible. Por ejemplo, un rollo de 5 metros de burlete adhesivo de espuma cuesta unos 3 €.
Consejos de instalación.
- El burlete se suele colocar en el marco, en el espacio donde éste se encuentra con la puerta o ventana cuando cerramos.
- Elimina el polvo de la zona a la que vas a adherir el burlete, utilizando un paño seco.
- Pasa un trapo con alcohol por la zona donde irá pegado el burlete. Deja pasar un par de minutos para que el alcohol se evapore.
- Mide el tramo de puerta o ventana y corta un trozo de tira del tamaño apropiado.
- Ve desprendiendo la cinta protectora a medida que vas pegando el burlete en el marco. Para asegurar un buen pegado, presiona brevemente el burlete contra el marco.
Bajos de puerta.
Son elementos diseñados para tapar el hueco que queda entre la puerta y el suelo. Los tipos de bajos de puerta más habituales son éstos:
- Bajo de puerta fijo: es un listón que se adhiere a la puerta, en su parte inferior. La parte que contacta con el suelo suele ser de goma o de cepillo.
- Bajo de puerta de doble rollo: consta de dos rollos, que van a ambos lados de la puerta, unidos por una lámina fina que queda por debajo. No requiere ser atornillado o pegado, de forma que puede ponerse y quitarse a voluntad. Es una opción cómoda y sencilla cuando el hueco que queda bajo la puerta es grande.
- Bajo de puerta basculante: lleva una parte fija, atornillada a la puerta, y una parte móvil, que bascula, llegando al suelo, cuando la puerta se cierra. De esta forma se evita que arrastre por el piso al abrir y cerrar, pudiendo rayarlo.
En este vídeo, elaborado por bricomanía, podrás ver, paso a paso, el proceso de instalación de un bajo en la puerta de entrada de una vivienda.
En definitiva burletes y bajos de puerta son productos prácticos, versátiles y fáciles de instalar que nos ayudan a mejorar el aislamiento de nuestra vivienda.
Vía hogares-verdes
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