Actualizado: 14/06/2021
Se ha redescubierto una especie de camaleón que ha estado perdida para la ciencia durante más de un siglo. El camaleón de Voeltzkow, o Furcifer voeltzkowi, fue redescubierto durante una expedición de investigación a Madagascar, que identificó varios individuos sorprendentemente coloridos.
Descrito científicamente por primera vez en 1893, el camaleón de Voeltzkow no se ha visto desde 1913, lo que le valió un lugar en la lista de las 25 especies perdidas más buscadas de la Conservación Mundial de la Vida Silvestre (GWC). Como su nombre lo indica, estos animales y plantas se han perdido para la ciencia durante décadas, y se teme que muchos se hayan extinguido. La organización envía expediciones para buscar estas especies perdidas, que es el primer paso para averiguar cómo ayudarlas.
En abril de 2018, la GWC envió una expedición de dos semanas al noroeste de Madagascar para buscar el camaleón de Voeltzkow. Durante la mayor parte del viaje, la especie permaneció perdida, pero en los últimos días el equipo finalmente encontró al escurridizo reptil. Se descubrió una población pequeña pero saludable, que incluía tres machos y unas 15 hembras.
La expedición también reveló que las hembras son de colores muy brillantes, apareciendo en intrincados patrones de púrpura, naranja, rojo, verde, negro y blanco, con llamativos puntos rojos en sus costados. Como muchos camaleones, pueden cambiar de color a voluntad.
Si el camaleón de Voeltzkow se parece a sus parientes más cercanos, no es del todo sorprendente que la especie haya desaparecido durante tanto tiempo. Se sabe que una especie relacionada llamada camaleón de Labord sólo vive cuatro o cinco meses. Los científicos esperaban que el camaleón de Voeltzkow tuviera un tiempo de vida similarmente corto, tal vez unas semanas más, dándoles una muy pequeña oportunidad de encontrar especímenes adultos.
Esta es la sexta especie de las 25 más buscadas que se han redescubierto en los últimos años. Las otras incluyen la salamandra trepadora de Jackson, la planta jarro de terciopelo, la abeja gigante de Wallace, el chevrotain de espalda plateada y, a principios de este año, el sengi somalí.
El camaleón de Voeltzkow añade color y belleza al planeta y nos recuerda que, incluso cuando todo parece perdido, una gran aventura puede reavivar la esperanza incluso para especies que no hemos visto desde que Woodrow Wilson era presidente. Ahora tenemos mucho que aprender sobre este extraordinario reptil, incluyendo la mejor manera de salvarlo de la extinción.
Don Church, presidente de GWC.
El redescubrimiento fue reportado en un estudio publicado en la revista Salamandra.
Más información: www.globalwildlife.org
Deja una respuesta