Actualizado: 05/07/2024
Sono Motors pone fin al desarrollo del coche solar Sion y se centra en el negocio de la energía solar.
El fin del Sono Sion es el fin de un sueño: para miles de personas, el coche eléctrico Sion era el vehículo urbano familiar para los próximos años. Pero la empresa de tecnologías limpias Sono Motors, con sede en Múnich, fracasó al final, a pesar de una oferta pública inicial, algunos inversores y varios intentos de rescate a través de su propia comunidad. ¿Significa el fin del Sion también el fin del sueño de un coche eléctrico de bajo coste con energía solar?
Para los 300 empleados de Sono Motors, el fin de Sion significa el despido. Al final, parece como si los fundadores de la empresa de tecnologías limpias no hubieran podido moverse lo suficientemente rápido para poner fin al proyecto del que fuera el primer vehículo eléctrico solar y comenzar un nuevo capítulo.
45.000 reservas no fueron suficientes para mostrar algo más que prototipos en roadshows y organizar pruebas de conducción.
El coche eléctrico Sion era el sueño de muchos urbanitas deseosos de beneficiarse de las células solares integradas. Un coche eléctrico práctico e innovador que ahora se está convirtiendo en un episodio menor de la historia automovilística alemana. De faro de esperanza a gran fracaso. Al menos: las reservas, algunos de los cuales pagaron depósitos completos para poner el coche en la carretera, recuperarán su dinero a partir de mayo, según promete Sono Motors.
«A partir de ahora, Sono Motors se centrará exclusivamente en el negocio solar para clientes B2B«, se lee en el comunicado de prensa sobre el final del Sion.
En los últimos meses, Sono Motors afirma haber conseguido 23 socios interesados en integrar la tecnología solar en autobuses, camiones u otros vehículos (Solar Bus Kit). El negocio solar consiste no sólo en una tecnología solar especial, sino también en hardware, electrónica de potencia y software para operadores de flotas.
Pero Sono Motors vuelve a buscar inversores solo para el negocio solar. Las necesidades de capital son mucho menores y el despido de 300 empleados reduce considerablemente los gastos. Pero hasta ahora el negocio de integración solar no ha progresado más allá de las pruebas: aún pasará tiempo antes de que se generen ventas significativas.
El precio de las acciones de Sono se desplomó casi un 25% y ahora se sitúa en 60 céntimos por acción. A principios de noviembre de 2021, el valor por acción aún superaba los 20 euros. Así pues, el precio de la acción se ha desplomado casi un 96%. Si entran nuevos inversores, es posible que la acción deje de cotizar.
Quizá el Sion fuera una idea adelantada a su tiempo. Sono Motors nunca quiso ser una empresa clásica con inversores reales, sino financiada exclusivamente por una comunidad y unos cuantos business angels. El concepto fracasó. Pero sería demasiado fácil atribuirlo únicamente a errores de gestión o a este planteamiento. En el intento de poner coches eléctricos en la carretera a gran escala, proyectos como Byton u otros financiados con miles de millones también han fracasado estrepitosamente.
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