Los arquitectos Marianela Romero Hamsa y Alvaro del Villar trabajan en este proyecto denominado “Bloque de ceniza volcánica”, un ejemplo de cómo sacar provecho de un desastre. Cuando el Volcán Puyehue entró en erupción, nadie imaginó que sus cenizas podían convertirse en material de construcción, un ladrillo especial que permite construir estructuras resistentes y eficientes. Son bloques ecológicos porque no tienen cocción que es lo que contamina el medio ambiente.
Marianela, experta en arquitectura sustentable, nos cuenta que con estos bloques de ceniza volcánica, cemento y cal, se puede construir una estructura resistente. El bloque es fabricado con maquinaria y secado al natural, brinda un fácil montaje y rapidez en mano la obra.
Estos bloques tienen un diseño especial: un sistema de encastre vertical y horizontal, que permite su fácil unión, los bloques incluyen espacios para cañerías y cables de luz. Sus dimensiones son de 30 centímetros de largo, 20 de ancho y 15 de alto. Los más livianos pesan 5 kilos y tienen propiedades aislantes -por el aire que contienen.
Se podría hacer una casa completa de 45 m2 al día ya que la maquinaria trabaja con una matriz de forma y a gran velocidad, fabricando bloques hipercomprimidos. Estos bloques cuestan la mitad que los tradicionales. Piensan usarla con una máquina que fabrica bloques para construir viviendas sociales.