Actualizado: 03/07/2022
Polonia, Hungría, la República Checa y Estonia han vetado el objetivo de descarbonización de la UE para mediados de siglo.
El Consejo Europeo no llegó a un acuerdo en torno al objetivo cero emisiones para 2050: la oposición de Polonia, Hungría, la República Checa y Estonia, que vetaron el debate, fue el factor determinante.
La idea de una Europa con cero emisiones netas a mediados de siglo había sido relanzada en los últimos días por la Canciller alemana Angela Merkel y era uno de los puntos cruciales del Consejo de la UE: tras más de cuatro horas de debate, el tema se eliminó del texto de las conclusiones del primer día de la cumbre y se informó sólo en una nota.
El veto impuesto por el llamado grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, la República Checa y Estonia) está estrechamente vinculado a cuestiones económicas y de producción: los cuatro países del Este se encuentran entre los mayores productores y consumidores europeos de carbón y una rápida descarbonización del bloque de la UE podría poner seriamente en peligro su proceso de crecimiento socioeconómico.
En un intento de tranquilizar tras el bloqueo, varios líderes durante el Consejo pidieron al Banco Central Europeo que aumentara los fondos asignados a la transición energética, sin encontrar un cambio de postura de los líderes de las naciones del Visegrado: «Necesitamos medidas concretas sobre la mesa de discusión – comentó el Primer Ministro polaco Mateusz Morawiecki – ¿Qué fondos adicionales podrían asignarse a Polonia para evitar terminar en una especie de trampa de fuera de juego?
Sin embargo, la nota añadida al informe del día del Consejo Europeo envía una tímida señal a los inversores y a los responsables políticos: «Para la gran mayoría de los Estados miembros, la neutralidad climática debe alcanzarse para 2050«, dice el documento.
El actual Consejo Europeo es la última oportunidad para que la Unión Europea alcance un acuerdo sobre el relanzamiento de los objetivos climáticos con vistas a la próxima cumbre de las Naciones Unidas (prevista para el 23 de septiembre en Nueva York).
Fijar el objetivo de cero emisiones para 2050 habría supuesto también modificar los objetivos para 2030, una medida impulsada también por el Secretario de la ONU, Antonio Guterres, que pidió a la Unión que aumentara la reducción de las emisiones para 2030 del 45% al 55% en comparación con los valores registrados en 1990. La Comisión Europea ha estimado que la revisión de los objetivos a medio plazo requeriría un aumento del presupuesto de la UE de entre 175.000 y 290.000 millones de euros al año.
Las asociaciones ecologistas y Greenpeace en particular reaccionaron de forma muy crítica: «Con la gente en las calles para exigir acciones concretas y las advertencias de los científicos de que la ventana para actuar se está cerrando, nuestros Gobiernos tuvieron la posibilidad de guiarnos al frente de esta batalla -dijo el portavoz de la Unión Europea de Greenpeace, Sebastián Mang.
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