Actualizado: 25/01/2023
Lugo cuenta desde mediados de marzo con uno de los edificios de energía cero a la vanguardia de España y de Europa: el Centro de Innovación Norvento Enerxía (CIne). El inmueble, nueva sede de la compañía especializada en renovables Norvento, evitará la emisión de más de 160 toneladas de gases de efecto invernadero anuales con una microrred de energías renovables combinadas. Gracias a ella y a un diseño consagrado a la eficiencia energética, el edificio cubre al 100% sus necesidades sin conexión a la red eléctrica y de gas.
Tercer edificio de nueva construcción en España que obtiene la certificación BREEAM en grado excepcional, con la que son reconocidas las construcciones más eficientes, el diseño firmado por el arquitecto navarro Patxi Mangado se inauguró el 19 de marzo tras seis años de trabajo para darle forma. Desde ese momento, acogerá la sede de la empresa promotora, la gallega Norvento, pero no solo eso. Escaparate de las tecnologías que ofrece la empresa, este centro aspira a ser acicate para que la industria y la empresa remen a favor de la transición energética.
“Queremos lanzar un mensaje al conjunto del sector industrial y empresarial: hoy es posible cambiar la manera en que obtienen y gestionan energía, en pro de una mayor eficiencia, ahorro y competitividad”. Fue el mensaje que el fundador y máximo responsable de la compañía, Pablo Fernández, quiso lanzar en el acto inaugural, al que asistieron el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, y el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete. Más allá de las palabras, el imponente despliegue de tecnologías renovables del edificio CIne señala el camino hacia la transición energética.
Con una superficie de 4.000 metros cuadrados y capacidad para 200 trabajadores, la construcción en la que se han invertido 12 millones de euros no deja cabos sueltos para ser completamente autónoma, tanto en necesidades de electricidad, como de calor y frío. Para ello, son muchos los aspectos en los que se ha incidido. El primero ha sido el diseño y ejecución de una microrred eléctrica y una térmica. Junto a ellas, un papel destacado lo ocupa un sistema de almacenamiento altamente avanzado que combina las baterías eléctricas con la acumulación térmica.
Pero antes de almacenar, viene captar. En este terreno, el centro CIne se nutre de tres fuentes renovables. De un lado, exhibe el primer aerogenerador tipo nED100 que entra en operación. A los 400 Mwh anuales que aportará esta turbina se acompañarán los de las placas fotovoltaicas de 165 kWp que cubren la cubierta del aparcamiento de la empresa. En ella, por cierto, se han habilitado 5 puntos para la recarga de vehículos eléctricos que podrían ampliarse hasta los 28 para, con ellos, tener cubiertas las necesidades de 9 de cada 10 vehículos de la empresa.
Mientras que el sol aportará el 60% de la energía que la sede de Norvento necesita, el viento hará lo propio con el 35%. De ahí al 100% queda todavía una pequeña porción, el 5%, que es entregada por un grupo de cogeneración a base de aceite vegetal reciclado que entra en operaciones en ausencia de sol y viento.
Ese sistema sirve además de apoyo a la red térmica desplegada, en este caso para responder a las demandas de frío y calor de la compañía. Dos bombas de calor geotérmico para alimentar un suelo radiante, así como sistemas de ventilación para la recuperación de calor y frío son piezas clave de este engranaje. Sin embargo, buena parte del éxito en este punto está también en la eficiencia energética, que ha mediado en todos los aspectos del diseño.
Por si lo anterior fuera poco, son más los aspectos que cuida esta construcción para alcanzar la meta de energía cero. La orientación del edificio, el aislamiento térmico, la entrada de luz natural y la reutilización de aguas grises tienen también cabida en esta sede, que tampoco ha desatendido la importancia de los materiales elegidos. Sostenibilidad y proximidad han sido dos premisas que han entrado en juego y que se ponen de manifiesto en la elección del material con el que se ha recubierto el edificio. Este no es otro que madera de eucalipto autóctona de Galicia.
Materia prima gallega para una empresa también gallega que, desde este punto de España, ofrece todo un escaparate de construcción sostenible. Con él, esta firma especializada en tecnologías renovables para el sector industrial y empresarial se encamina hacia una fase de expansión. Tanto es así que la meta fijada para 2020 pasa por incrementar un 60% la facturación con la que se cerró 2017, que ascendió a 42 millones de euros.
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