Cómo hacer un uso más responsable de la energía en casa.
La electricidad no solo es cara, tiene un impacto en nuestro medioambiente. Por tanto, el reto no es solo intentar bajar la factura de la luz, también tenemos de alguna forma un reto y compromiso con el medioambiente. ¿Es posible gastar menos energía o hacerlo de una forma más verde? Lo cierto es que sí.
Energías renovables.
Sabemos que una de las mejores maneras de bajar la factura de luz al mismo tiempo que ponemos nuestro granito en el cuidado del planeta es apostar por las energías renovables. Con un mix energético entre estas energías y las convencionales, conseguiremos nuestros dos objetivos. No obstante, hay veces que estas energías renovables se ven afectadas por cuestiones meteorológicas.
Una excelente solución es la de apostar por tarifas de luz verdes. Ya son posibles y ofrecen muchos beneficios al consumidor final. Compañías que ofrecen energía con fuentes renovables al 100%, de esta forma, aunque nosotros no seamos los que producimos esa energía verde, estaremos consumiéndola.
Cuidado con nuestros hábitos de cocina.
¿Sabías que en la cocina es el lugar de la casa en el que más electricidad se gasta? No es de extrañar, contamos con la mayoría de los grandes electrodomésticos de casa. La nevera y el congelador, por ejemplo, están constantemente encendidos. Aquí la solución pasa por adquirir una nevera que realice un gasto energético bajo, pero también por intentar abrirla menos. Antes de abrir la puerta, pensemos bien qué queremos sacar, ¿por qué? Porque cuantas menos veces la abramos, menos frío se perderá.
Por otro lado, la vitrocerámica y el horno, aunque no se usen continuamente, son también dos electrodomésticos que requieren muchísima energía para funcionar. ¿Cómo podemos ahorrar aquí? Conservando el calor. Por ejemplo, en el horno se puede hacer uso del calor residual, por lo que podemos apagarlo antes de terminar nuestros platos para que se cocinen. En cuanto a la vitrocerámica, una buena idea sería la de colocar tapas a las ollas para que no pierdan el calor.
El temido “stand by”
No es una leyenda urbana, los aparatos electrónicos que están enchufados a la luz, pero apagados, siguen consumiendo. ¿Cómo solucionamos esto? Quizá sea complicado ir desenchufando los aparatos que más usamos, como la televisión. No obstante, hay muchos otros que podrían estar desconectados sin problemas, como un tocadiscos, la minicadena, el portátil o el ordenador de sobremesa. Una forma más sencilla de hacerlo es usando regletas. Conecta todos los enchufes de una zona ahí y apágala cuando no los uses.
Concienciarse: la mejor de las estrategias.
Quizá la mejor estrategia para poder reducir el consumo es concienciarnos. Debemos concienciarnos del impacto que generamos y de lo importante que es que nosotros mismos adoptemos buenos hábitos. Por ejemplo, quizá no sea necesario encender constantemente las luces durante el día.
Además, también hay otras soluciones interesantes respecto a la iluminaria de casa. Si no contamos con luces LED, deberíamos tenerlo en cuenta, pues la reducción en la factura de la luz con respecto a otros sistemas de iluminación es enorme.
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