Actualizado: 05/07/2024
¿Te has preguntado si tu leña está lista para la temporada? ¡No necesitas herramientas caras para descubrirlo! Aquí te mostramos unos sencillos trucos que puedes aplicar.
Con millones de personas usando la leña para calentar sus casas, es de vital importancia saber cuándo es el momento adecuado para hacerlo. Aunque el precio de la leña ha subido, sigue siendo una opción asequible para muchos. Pero, ¿cómo determinar si esa leña que has comprado está lista para ser usada?
¿Por qué no se recomienda usar leña húmeda?
La leña seca contiene, como mucho, un 20% de humedad. Esto significa que arderá fácilmente, generará menos humo y proporcionará más calor. En cambio, una leña con una humedad del 20 al 35% producirá menos calor y más humo. Pero si supera el 35% de humedad, su alto contenido de agua no solo dificultará su combustión, sino que también generará mucho humo y escaso calor. Para secar este tipo de leña, es necesario guardarla protegida de la lluvia durante 18 a 36 meses. Además, la leña húmeda puede ensuciar tu chimenea, lo que incrementa el riesgo de incendios y duplica la necesidad de limpiezas anuales.
Diferenciar entre leña seca y húmeda: Sencillos trucos
Si cortas tu propia leña, seguramente estará húmeda. Pero si la compras o olvidaste cuándo la cortaste, hay formas sencillas de descubrir si está seca:
- Observación visual: La leña seca no tiene musgo ni moho, su corteza podría caerse y sus extremos presentar grietas. Además, es más ligera en comparación con la húmeda. Por otro lado, si notas que la leña es pesada, tiene musgo y suelta líquido, definitivamente necesita más tiempo de secado.
- El olfato: Una leña seca carece de olor, mientras que una húmeda puede recordarte al olor del bosque después de una lluvia.
- Prueba sonora: Si golpeas dos piezas de leña seca entre sí, escucharás un sonido claro y nítido. Sin embargo, si haces lo mismo con leña húmeda, el sonido será más apagado.
- El test del detergente: Puedes poner una gota de detergente líquido en un extremo plano de la leña y soplar. Si produce burbujas, tu leña aún tiene humedad.
Asegúrate siempre de que tu leña esté seca antes de usarla, así protegerás tu chimenea y aprovecharás al máximo el calor que ofrece. ¡Feliz invierno a todos!
MANUEL ESCOBAR dice
QUE BUENA INFO, QUIEN LO IBA A IMAGINAR! GRACIAS