Actualizado: 07/07/2022
Aunque cada año se producen millones de toneladas de plástico en todo el mundo, sólo se recicla una mínima parte, lo que se debe en gran medida a las dificultades que tiene la reducción del material hasta convertirlo en componentes útiles para otros productos.
Un nuevo proceso químico desarrollado por científicos de la Universidad del Estado de Washington podría contribuir a solucionar este problema: un tratamiento que ha demostrado que convierte el plástico más usado en componentes de combustible para aviones en una hora.
La idea de usar reacciones químicas para convertir los plásticos en componentes de combustible para aviones y productos similares es algo que los científicos llevan tiempo explorando.
Tomando el material y combinándolo con catalizadores a altas temperaturas, puede reducirse a compuestos orgánicos llamados hidrocarburos, que están formados por hidrógeno y carbono y actúan como bloques de construcción para diferentes tipos de combustible.
La novedad de este último estudio radica en las temperaturas relativamente moderadas y el breve plazo de tiempo necesario para llevar a cabo este proceso.
Los investigadores de la WSU estaban experimentando con los catalizadores y las condiciones necesarias para convertir el polietileno, el plástico usado en todo tipo de productos, desde bolsas de la compra hasta botellas de champú, en hidrocarburos, y han dado con una nueva metodología.
Usando un catalizador hecho de carbono y rutenio, junto con algunos disolventes de uso común, los científicos fueron capaces de convertir alrededor del 90% del plástico en componentes del combustible para aviones, y otros hidrocarburos, en una hora. Esto tuvo lugar a unos 220 °C, condiciones mucho más «sostenibles» -y económicamente viables- que las temperaturas requeridas para un proceso similar en 2019, de unos 500 °C.
Antes del experimento, solo especulábamos pero no sabíamos si funcionaría. El resultado fue muy bueno.
Chuhua Jia.
A través de su experimentación, el equipo descubrió que el proceso podía ajustarse para producir bloques de construcción para otros productos de alto valor, como los lubricantes. Para ello, bastaba con modificar la temperatura, la cantidad de catalizador utilizado o el tiempo para cambiar el resultado final.
Según el mercado, pueden ajustar el producto que quieren generar. Tienen flexibilidad. La aplicación de este proceso eficiente puede proporcionar un enfoque prometedor para producir selectivamente productos de alto valor a partir de polietileno de desecho.
Hongfei Lin.
Los investigadores trabajan ahora en la ampliación de este proceso con vistas a comercializar la tecnología, y esperan adaptarla para abordar otras formas de residuos plásticos.
En la industria del reciclaje, el coste del mismo es clave. Este trabajo es un hito para que podamos avanzar en esta nueva tecnología hasta su comercialización.
Hongfei Lin.
Más información: www.cell.com
Vía wsu.edu
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