Actualizado: 20/05/2021
Cada año se desechan más de 3.000 millones de pilas solo en Estados Unidos. Y esa espiral, la de adquirirlas, utilizarlas hasta que digan basta para, a continuación, descartarlas y repetir este proceso una y otra vez, puede estar próxima a llegar a su fin. Para ello, una empresa tecnológica ha ideado Cota Forever, una solución que parece una pila AA y que ofrece el mismo servicio pero que, libre de sustancias potencialmente dañinas, se recarga a través del aire. El funcionamiento de este invento sería equiparable al de una red wifi, pero trasladado a la energía.
La idea, que acaba de ser reconocida en los CES 2018 Innovation Awards que concede la Consumer Technology Association de Estados Unidos, es un paso más dentro de todo un universo desarrollado por la empresa tecnológica Ossia. Su objetivo no es otro que transformar la manera en la que se recarga prácticamente cualquier dispositivo para que las pilas pasen finalmente a la historia.
«Tecnología para la energía inalámbrica que cambiará el mundo”. El eslogan define tanto el posible impacto del invento, como el secreto de estas pilas que no se agotan y que, por tanto, no necesitan reemplazo. Sin embargo, por sí misma, la Cota Forever Battery sirve de poco. Su lanzamiento, de hecho, persigue favorecer la transición a todo un sistema creado por esta firma para que cualquier dispositivo pueda tomar la energía sencillamente del aire.
Para ello, este nuevo universo está integrado por dos elementos clave a los que ahora se añade esta pila. Con un aparato transmisor y otro receptor (el Cota Transmitter y el Cota Receiver), el funcionamiento de este nuevo paradigma es simple: a través de radiofrecuencias, se libera la energía necesaria para alimentar prácticamente cualquier equipo. “Funciona de manera muy semejante al wifi, entregando la energía a través del aire y a distancia, sin cables ni baterías”, explican los creadores de esta solución que permitiría decir adiós a la recarga de teléfonos móviles o al cambio permanente de las pilas del mando a distancia, entre otros muchos dispositivos.
Pese a lo mucho que podría aportar esta propuesta, hay una pega para que sus beneficios se extiendan al menos en el corto plazo. Para que la idea funcione, el mecanismo que transmite la energía debe recibir una señal de los equipos. Ahí entra en juego el receptor, un pequeño chip incorporado a los distintos dispositivos que lanza esa señal al aparato del que recibe la energía. En esta operación, por cierto, el sistema es capaz de esquivar a personas y mascotas.
Con esos componentes, el pero de esta idea está en que los fabricantes son los que deben abrazar el sistema e incorporar a sus dispositivos los chips receptores, de forma que estos se puedan integrar a esa red wifi de la energía. De hecho, la empresa que ha dado forma a esta idea no desarrollará la tecnología necesaria para ponerla en circulación. Frente a esa opción, serán las marcas o los fabricantes de los distintos productos los que deberán dar ese paso a través de las correspondientes licencias.
Para allanar ese camino, que no es fácil, surge Cota Forever. Con la misma forma que una pila al uso, el sistema resulta familiar a cualquiera, desde niños a mayores, de manera que puede lograr que la energía sin cables gane en popularidad. “Cuando la gente descubra cómo la transmisión de la energía sin cables se puede aprovechar en una pila, empezará a trasladar esta visión a todas partes. Esta pila logrará que Cota se conozca, además de aportar a la gente la confianza de que los dispositivos recibirán energía cuando la necesiten”. Lo asegura el máximo responsable de la empresa, Mario Obeidat, para quien no hay dudas del potencial de esta idea que, subraya, “cierra una brecha entre la era de las baterías y los cables y la era de la energía inalámbrica”. Cerraría esa, y otra más, la del coste de las pilas sobre el medioambiente.
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