Cubiertas ajardinadas: solución sostenible + Purificación y refrigeración del aire + Filtración del agua de lluvia + Aislamiento térmico

Actualizado: 05/07/2024

Las cubiertas ajardinadas, también conocidas como cubiertas vegetales o verdes, son una estrategia bioclimática que aporta múltiples beneficios tanto para el edificio como para el entorno. Consisten en la incorporación de un sustrato y vegetación sobre la cubierta del edificio, creando un espacio natural y funcional.

Dependiendo del espesor del sustrato, las cubiertas ajardinadas se clasifican en intensivas (con un espesor de sustrato mayor a 10 cm) y extensivas (con un espesor menor a 10 cm). Cada tipo tiene sus particularidades y beneficios, y la elección entre una u otra dependerá de las necesidades y objetivos de cada proyecto.

Beneficios de las cubiertas ajardinadas.

La cubierta ajardinada es mucho más que una simple estrategia de diseño. Aporta una serie de beneficios que la convierten en una opción altamente recomendable para cualquier tipo de edificación. Entre estos beneficios destacan:

1. Purificación y refrigeración del aire: La vegetación de la cubierta ajardinada ayuda a purificar el aire de la ciudad y a refrescar el ambiente, contribuyendo a la mitigación del efecto isla de calor urbano.
2. Filtración del agua de lluvia: La cubierta ajardinada actúa como un filtro natural para el agua de lluvia, reduciendo la cantidad de agua que se descarga en el sistema de alcantarillado y ayudando a prevenir inundaciones.
3. Protección contra la radiación solar y el ruido: La vegetación de la cubierta ajardinada protege el edificio de la radiación solar y del ruido exterior, mejorando el confort interior.
4. Protección del impermeabilizante: La cubierta ajardinada protege la capa de impermeabilizante del edificio, prolongando su vida útil.
5. Creación de espacios naturales: La cubierta ajardinada permite recuperar la superficie ocupada por el edificio, creando un espacio natural donde cultivar alimentos o simplemente relajarse.
6. Mejora del aislamiento térmico: La cubierta ajardinada aporta inercia térmica al edificio y mejora el aislamiento térmico, siendo más sostenible que cualquier otro material aislante.
7. Enfriamiento evaporativo: En verano, la cubierta ajardinada refresca el edificio gracias al enfriamiento evaporativo, contribuyendo a reducir el consumo de energía para la climatización.

Imágenes vía: angelsinocencio.com