Un equipo interdisciplinar de científicos de la Universidad de Massachusetts Amherst ha aprovechado una bacteria común para producir corrientes eléctricas sorprendentemente fuertes, muchas de ellas de la nada.
La humedad en realidad contiene una cierta cantidad de carga eléctrica.
Jun Yao, profesor de ingeniería eléctrica.
Sus resultados, publicados en la revista Nature, podrían representar los primeros pasos hacia un método de producción de energía mucho más respetuoso con el medio ambiente que las baterías tradicionales, más consistente que la energía eólica y más eficiente en el espacio que las células solares. Pero hay mucho más trabajo por hacer antes de conseguirlo.
El proyecto comenzó hace dos años, cuando el estudiante graduado en ingeniería eléctrica Xiaomeng Liu, que forma parte del laboratorio de Yao, descubrió que un prototipo en el que estaba trabajando había empezado a hacer algo inesperado. Incluso cuando no estaba pasando corriente eléctrica en el dispositivo, podía detectar una salida de energía. «Al principio estábamos muy perplejos«, dice Yao.
El dispositivo estaba hecho de «nanocables» de una proteína producida por la bacteria Geobacter sulfurreducens.
Con las pruebas y el tiempo, descubrieron que este descubrimiento original no era una casualidad: los nanocables de la proteína podían hacer lo mismo, produciendo una cantidad predecible de electricidad en las condiciones adecuadas. Diseñaron una fina película de nanocables entre dos electrodos. El electrodo superior expone parte de la película al aire y a su humedad.
Las propiedades químicas de los nanocables son atractivas para la humedad del aire, dice Yao. La diferencia en la cantidad de agua en la película -más agua cerca de la superficie y menos agua en el interior- crea una diferencia en la cantidad de carga eléctrica en diferentes puntos de la película.
Yao y sus colegas informan que su pequeño dispositivo puede producir actualmente 0,5 voltios de electricidad. También han conectado cinco de los dispositivos, produciendo 2,5 voltios entre ellos.
Queda mucho trabajo por hacer para que este sistema pueda ver la luz comercial.
Más información: www.umass.edu
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