Actualizado: 05/07/2024
En una decepcionante subasta, el Gobierno del Reino Unido no logró recibir ninguna oferta para el desarrollo de energía eólica en mar abierto, un sector que ha sido, hasta la fecha, una de las principales banderas ecológicas del país.
Un retroceso inesperado
Después de un prometedor 2022, en el que se adjudicaron contratos para casi 11 GW, la quinta ronda del programa Contracts for Difference (CfD) no cumplió con las expectativas. De un potencial de 5 GW de energía eólica offshore, solo se logró concretar un 3.7 GW de capacidad total en la subasta.
Agravando el panorama, ningún proyecto eólico offshore participó en esta ronda. Este resultado supone un fuerte contratiempo para el Reino Unido, país que ha impulsado con fuerza la adopción de este tipo de energía renovable.
¿Por qué el declive?
El motivo detrás de este inesperado declive radica en el precio máximo establecido por el Gobierno. Antes de entender esto, es importante tener en cuenta cómo funcionan estas subastas. A diferencia de los incentivos convencionales a las energías renovables, los «Contratos por Diferencia» son acuerdos privados entre los productores de energías limpias y la entidad gubernamental Low Carbon Contracts Company. Las empresas interesadas presentan ofertas indicando el precio al que están dispuestas a vender la energía que producirán al gobierno, siempre respetando un precio máximo establecido por el propio gobierno.
El dilema del precio
La controversia surge cuando, antes de la subasta, los desarrolladores de proyectos eólicos señalaron que el precio máximo de 44 libras esterlinas por MWh era demasiado bajo, especialmente después de haber experimentado un aumento en los costos de capital en los últimos dos años.
Además, este no es el primer revés que enfrenta el sector en el país. Anteriormente, uno de los cinco proyectos que habían sido adjudicados en una subasta anterior fue cancelado. La empresa Vattenfall detuvo el desarrollo de un proyecto de 1.4 GW debido a la incapacidad del gobierno para ajustar el precio.
La asociación Wind Europe, representante de la industria eólica en Europa, declaró que si se hubieran establecido los precios correctos, la subasta podría haber apoyado proyectos adicionales, incluso en el Mar Celta. Reino Unido aspira a ser líder en energía eólica flotante, pero con esta estrategia, ese futuro parece incierto.
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