Actualizado: 05/07/2024
La firma EnerVenue, conocida por ser la primera en desarrollar baterías de metal-hidrógeno con una capacidad de hasta 30.000 ciclos, ha anunciado un importante Acuerdo de Suministro con VedantaESS. Según los términos, VedantaESS tiene previsto adquirir y desplegar 525 MWh de los «Energy Storage Vessels™» de EnerVenue en un lapso de tres años.
Un debut en Sudamérica
Esta colaboración marca el primer negocio de EnerVenue en tierras sudamericanas. Sin embargo, no es un paso en solitario, ya que forma parte de una estrategia global acelerada que ha llevado sus soluciones de almacenamiento energético a rincones de todo el planeta.
De acuerdo con el compromiso, VedantaESS incrementará progresivamente el almacenamiento suministrado por EnerVenue: 75 MWh en 2024, 150 MWh en 2025 y culminando con 300 MWh en 2026. La finalidad es cubrir la creciente demanda brasileña de energía limpia en sectores como la generación distribuida, microredes aisladas y aplicaciones comerciales, industriales y de servicios públicos.
Con base en São Paulo, VedantaESS no solo se encarga de proporcionar diseño y gestión de proyectos de almacenamiento energético, sino que también ofrece soluciones completas que incluyen software, ensamblaje de baterías, instalación y soporte técnico. Todo ello con el objetivo de reducir costos energéticos, potenciar la energía sostenible y garantizar la fiabilidad de los servicios energéticos en todo Brasil.
Nuestra misión es abordar los retos de energía renovable en Brasil mediante tecnologías innovadoras y probadas. Las soluciones de EnerVenue nos ofrecen confiabilidad, eficiencia y, sobre todo, flexibilidad. Estamos orgullosos de ser los primeros en Sudamérica en asociarnos con ellos.
Richard Phillips, presidente de VedantaESS
Por su parte, Randall Selesky, Director de Ingresos de EnerVenue, señaló que esta alianza encaja a la perfección en la estrategia de VedantaESS para ofrecer soluciones flexibles y sostenibles en el mercado sudamericano.
¿Qué hace especial a los ESVs?
Estas unidades destacan por su durabilidad, eficiencia y flexibilidad. Cuentan con una vida útil esperada de 30 años, mantienen un 86% de su capacidad tras 30.000 ciclos y pueden ser cargadas hasta tres veces al día sin descanso. Pero no solo eso, a diferencia de las baterías de iones de litio, los ESVs de metal-hidrógeno ofrecen mayor seguridad contra incendios y son prácticamente 100% reciclables, convirtiéndose en una opción superior desde una perspectiva medioambiental.
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