Las exclusivas velas telescópicas del Wind Challenger ayudan a reducir el uso de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero de los barcos.
La industria del transporte marítimo continúa su transición hacia soluciones más ecológicas, y una de las innovaciones más destacadas es la incorporación de velas impulsadas por energía eólica. La empresa naviera japonesa Mitsui O.S.K. Lines (MOL) y la estadounidense Chevron Shipping Company se han asociado para equipar un nuevo buque transportador de gas natural licuado (GNL) con el sistema Wind Challenger, un avanzado sistema de propulsión asistida por el viento.
Este proyecto es pionero, ya que será el primer buque transportador de GNL del mundo en contar con esta tecnología de asistencia eólica. La nave, con una capacidad de 174,000 metros cúbicos, está siendo construida en el astillero de Geoje, propiedad de Hanwha Ocean, en Corea del Sur. Se espera que esté lista para su entrega en 2026. El buque será operado por Chevron Asia Pacific Shipping, y el objetivo principal es reducir tanto el consumo de combustible como las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Un enfoque innovador para un sector difícil de descarbonizar
En 2022, MOL ya había demostrado su compromiso con la sostenibilidad al entregar el Shofu Maru, el primer portacontenedores de 100,422 toneladas de peso muerto (DWT) parcialmente impulsado por energía eólica. Este logro ha sentado las bases para la adopción del Wind Challenger en otras embarcaciones, como en el nuevo buque transportador de GNL. Según Barbara Pickering, presidenta de Chevron Shipping Company, esta iniciativa «es otro ejemplo de cómo se utilizan enfoques novedosos en sectores difíciles de descarbonizar para reducir la intensidad de carbono en nuestra flota de GNL».
Propulsión eficiente con energía eólica
Con el creciente movimiento global hacia la neutralidad de carbono, la industria naviera está bajo una presión cada vez mayor para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. En respuesta, MOL desarrolló el Wind Challenger, un sistema de propulsión asistida por viento diseñado para capturar la energía del viento y utilizarla como fuente de energía limpia y renovable.
Este sistema combina un control automático de las velas con monitoreo en tiempo real del viento, optimizando la eficiencia energética del buque. Las velas están fabricadas con un material innovador, plástico reforzado con fibra de vidrio (GFRP), que es ligero y proporciona estabilidad, lo que ayuda a mantener la capacidad de carga del buque sin aumentar significativamente su peso. Este tipo de material es poco común en la construcción naval, pero su ligereza es clave para mejorar la estabilidad del barco.
Además, las velas son retráctiles y telescópicas, lo que permite ajustar su tamaño según las condiciones meteorológicas. Este diseño asegura la estabilidad del buque en condiciones climáticas adversas y mantiene el centro de gravedad bajo, garantizando la misma seguridad que los buques convencionales.
Optimización de rutas y reducción de emisiones
El Wind Challenger integra tres componentes esenciales: las velas, un sistema de control y una tecnología de enrutamiento meteorológico. Estos elementos trabajan en conjunto para optimizar las rutas de navegación y maximizar la eficiencia del combustible. De acuerdo con MOL, este sistema ya ha demostrado ser eficaz en el Shofu Maru, que en 18 meses completó siete viajes de ida y vuelta, logrando una reducción de hasta el 17% en el consumo diario de combustible y un promedio de entre el 5 y el 8% por viaje.
Uno de los grandes beneficios de este sistema es su versatilidad, ya que puede ser instalado tanto en buques de nueva construcción como en embarcaciones ya existentes. No interfiere con los dispositivos de eficiencia energética instalados bajo la línea de flotación, lo que permite su implementación en una amplia gama de embarcaciones, desde portacontenedores hasta tanqueros y buques de GNL.
Avances hacia un GNL más verde
El diseño del transportador de GNL con el sistema de propulsión asistida por viento de MOL ha sido aprobado en principio por ClassNK, una de las principales sociedades de clasificación a nivel mundial. Este concepto innovador se implementará por primera vez en un buque fletado por Chevron, y MOL espera que las velas telescópicas únicas del Wind Challenger contribuyan significativamente a la reducción del consumo de combustible y de las emisiones de GEI.
Además de las mejoras en la eficiencia, el sistema también incluye medidas de seguridad adicionales, como un puente de navegación completamente cerrado y una estación de vigilancia en la proa, que mejoran la visibilidad y la seguridad durante la operación. Las velas están dispuestas de manera que minimizan la necesidad de modificar el diseño estándar de los transportadores de GNL de tipo membrana, manteniendo el sistema de amarre existente y garantizando un impacto mínimo en las operaciones de puerto a barco.
Hacia un futuro más sostenible
La incorporación de la energía eólica en el transporte marítimo representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones sostenibles para sectores altamente contaminantes. El Wind Challenger no solo muestra el potencial de la tecnología eólica para reducir las emisiones de carbono, sino que también señala el camino hacia un futuro en el que el transporte marítimo sea cada vez más respetuoso con el medio ambiente.
Este tipo de innovaciones es esencial para alcanzar los objetivos globales de reducción de emisiones y avanzar hacia un futuro más sostenible en todos los sectores industriales, incluyendo el transporte marítimo, uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero. El desarrollo y la implementación de tecnologías como el Wind Challenger demuestran que la transición hacia energías renovables no solo es viable, sino también necesaria para combatir el cambio climático.
Vía www.mol.co.jp
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