La conservación de los recursos naturales, los paisajes, las tierras fértiles y productivas, el agua potable y todas las especies animales existentes exigen por naturaleza que les prestemos toda la atención posible para que sigan presentes y no sean exterminadas.
Esto es algo que saben perfectamente las tribus indígenas y comunidades que viven en plena armonía con la naturaleza. Estas enseñanzas de vida deberían de estar consolidadas en la mente de todas las personas que habitan el planeta, pero lamentablemente, muy pocos saben cómo cuidar su entorno o si quiera valorar aquellos que tienen en sus vidas. El alimento, el oxígeno, el agua y los espacios habitables no serán para siempre estos a menos de que empecemos a cuidar los recursos debidamente.