Actualizado: 01/10/2021
El archipiélago Åland, en Finlandia, donde se desarrolla un proyecto piloto para la transición hacia un sistema suministrado al 100% por energías limpias, sigue sumando avances para demostrar al mundo que el modelo es posible. Para ello, ahora se va a poner a prueba un sistema de almacenamiento de energía con el que pretenden atajarse dos desafíos. El primero, la estabilización de la red en el corto plazo. El segundo, más complejo, pasa por el almacenaje estacional para que los casi 30.000 habitantes de estas islas del mar Báltico puedan abastecerse de fuentes renovables durante el invierno.
El último paso dentro de esta singular iniciativa lo acaba de anunciar la empresa consultora especializada en ingeniería Pöyry. Esta se suma así, con este desafío, al consorcio de 17 compañías y diez centros de investigación y universidades que pusieron en marcha el proyecto FLEX e-demo que se ejecuta en Åland y que cuenta con el respaldo del Gobierno finlandés.
Con esta propuesta lo que se persigue es “construir el sistema energético del futuro”. Eso, en pocas palabras. En más, tal y como explican desde CLIC Innovation LTD, que coordina la experiencia, lo que se está intentado es dar forma al engranaje más avanzado y flexible del mundo, además de libre de energía procedente de combustibles fósiles.
Dentro de este reto, y en el futuro de la energía en general, se posicionan como cruciales elementos que se tratarán de abordar con el sistema de almacenamiento energético. Entre ellos algunos de los aspectos clave son la capacidad para hacer frente a las fluctuaciones, tanto en producción como en demanda, así como la manera de asegurar el suministro cuando se produce algún fallo.
En este punto es donde entra en juego Pöyry, que liderará los trabajos sobre almacenamiento de energía en el archipiélago formado por 6.500 islas. El principal reto por delante para desplegar este sistema será integrarlo a la perfección con todo el universo creado en Åland. Conectado a través de una red inteligente, este proyecto aglutina energía eólica, energía solar fotovoltaica y biomasa. Además, también se deberá tener en cuenta en la integración la transición hacia la e-movilidad en el transporte público y en el privado.
Este avance, confirman, es todo un reto. “Optimizar el almacenamiento de energía en Finlandia para compensar las variaciones entre invierno y verano es extremadamente exigente”, admiten desde este consorcio. En él son también conscientes de que este aspecto, precisamente, es “crítico para asegurar la estabilidad, seguridad y viabilidad económica del futuro sistema de las islas Åland” que, si todo avanza conforme a lo previsto, estarán un paso más cerca de ese modelo energético totalmente limpio, sostenible y, tal vez, ejemplo de otros muchos.
Más información en FLEX.
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