
El tanque está compuesto por un depósito interior de termoplástico y una estructura exterior de fibra de carbono, combinando resistencia y seguridad.
- Tanque criogénico de hidrógeno líquido impreso en 3D.
- Proyecto europeo OVERLEAF, liderado por ACITURRI.
- Tecnología de fabricación aditiva de gran formato.
- Interior de termoplástico biológico, exterior de fibra de carbono.
- Soporta temperaturas de menos de -250 ºC.
- 100+ horas de impresión continua, robotizada y monitorizada.
- Materiales sostenibles y ligeros.
- Aplicación: aviación del futuro sin emisiones.
AIMEN fabrica el primer tanque criogénico en 3D para almacenar hidrógeno líquido en aviones
El centro tecnológico gallego AIMEN ha desarrollado el primer tanque criogénico impreso en 3D destinado al almacenamiento de hidrógeno líquido (LH₂) para su uso en aeronaves del futuro. Este avance se enmarca dentro del proyecto europeo OVERLEAF, liderado por ACITURRI, que tiene como objetivo transformar el sector aeronáutico hacia un modelo más ligero, eficiente y sin emisiones.
Un diseño pionero y sostenible
La estructura desarrollada por AIMEN está compuesta por dos elementos clave:
- Un depósito interno de material termoplástico, capaz de mantener el hidrógeno a temperaturas inferiores a -250 ºC.
- Una estructura externa de fibra de carbono, que garantiza resistencia mecánica y seguridad estructural.
Este doble sistema permite optimizar tanto la ligereza como la durabilidad, dos aspectos fundamentales para su aplicación en aeronaves.

Fabricación aditiva de alta precisión
El tanque, con un diámetro de 1,5 metros, ha sido fabricado mediante impresión 3D de gran formato en una celda robotizada diseñada por AIMEN. El proceso incluyó:
- Más de 100 horas continuas de impresión.
- Calentamiento por infrarrojos para mejorar la adhesión entre capas.
- Monitorización térmica en tiempo real mediante cámaras especializadas.
Esta tecnología no solo permite fabricar piezas de gran tamaño con alta precisión, sino también reducir el desperdicio de materiales y los tiempos de fabricación respecto a métodos tradicionales.

Materiales de origen biológico: más allá de la eficiencia
En colaboración con el centro francés CANOE, se ha desarrollado un nuevo material termoplástico de origen biológico, reforzado con fibras naturales. Este material reduce la huella de carbono y cumple con los requisitos técnicos exigidos en aplicaciones aeroespaciales, combinando sostenibilidad y rendimiento.
Impacto en la aviación sostenible
Este tipo de tanque criogénico permitirá a los aviones del futuro utilizar hidrógeno líquido como fuente de energía, una alternativa que no genera emisiones de CO₂ en su uso y que podría reemplazar los combustibles fósiles convencionales en vuelos de media y larga distancia.
El trabajo de AIMEN demuestra que la tecnología y la sostenibilidad pueden ir de la mano en la transición energética del sector aeronáutico.
Potencial de esta tecnología
El uso de hidrógeno como vector energético, especialmente en estado líquido, abre nuevas posibilidades para sectores difíciles de descarbonizar como la aviación. Los beneficios de esta tecnología incluyen:
- Reducción de emisiones contaminantes en el transporte aéreo.
- Disminución del peso estructural de los aviones, lo que mejora su eficiencia energética.
- Incorporación de materiales renovables, lo que contribuye a un ciclo de vida más limpio del producto.
- Fabricación local y bajo demanda, reduciendo emisiones logísticas y fomentando la economía circular.
En conjunto, este avance no solo impulsa el desarrollo de una aviación sostenible, sino que también refuerza el papel de la fabricación avanzada como herramienta clave en la lucha contra el cambio climático. AIMEN se posiciona como un referente en integrar innovación tecnológica y responsabilidad ambiental.
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