Actualizado: 06/07/2022
Lanzar veinte nuevos vehículos eléctricos de aquí a 2023 es el exigente reto que se ha marcado General Motors (GM). Para cumplir con la ingente tarea que esto supone, una de las claves puede estar en un nuevo método para producir motores eléctricos que, a su vez, admitirían imanes de distintas longitudes en función de las necesidades específicas de cada diseño.
La innovación, patentada por el gigante del motor ante la USPTO (oficina de patentes y marcas de Estados Unidos), aportaría varias ventajas, en especial ante una cartera tan amplia de futuros diseños en marcha. “La posibilidad de crear múltiples ensamblajes del rotor para imanes largos o cortos puede mejorar, por ejemplo, los costes de producción, el tiempo, las restricciones de espacio o la flexibilidad”, explica la propia empresa en su solicitud de esta patente.
Aunque todos los aspectos descritos sumarían como ventaja, el de la flexibilidad es clave porque, por ejemplo, permitiría “cambios rápidos entre distintos ciclos de producción”, apunta GM que, a la vez, subraya la versatilidad y el alcance tanto del proceso ideado, como de la nueva arquitectura para el motor. “Aunque se describe para aplicaciones o industrias específicas, los expertos reconocerán la amplitud de posibles aplicaciones del invento”.
En explicar la novedad emplea la compañía basada en Detroit siete páginas del documento de solicitud de la patente, en las que describe al detalle una propuesta con la que, en esencia, lograría estandarizar parte del proceso de producción de motores. “En un proceso de producción, se formarían diferentes láminas con las mismas características que, después, se acabarían mediante la creación de las capas específicas necesarias para imanes largos y cortos», narra la compañía en este sentido.
Con una selección de materiales que, en principio, pasa por el acero para las láminas y por imanes de ferrita o de neodimio (NdFeB), esta innovación a base de hojas de laminación evitaría por tanto iniciar desde cero el ensamblaje de cada rotor. De hecho, cualquier diseño, que incluiría al menos dos tamaños de imanes, además de una pluralidad de láminas, entre otros, se produciría incluso con el mismo equipo. “Una herramienta común formaría selectivamente solo algunas de las características de las hendiduras y las lengüetas” del sistema.
Aunque la habilidad para jugar con el tamaño de los imanes puede impactar entre otros en el par motor, lo cierto es que General Motors no entra por el momento en la incidencia de esta propuesta sobre el producto final. Sí lo hace en la simplificación del proceso de producción que esta idea supone. Y es que, aunque la presentación de una patente no implica que luego se aplique, esta en concreto podría allanar (y abaratar) el camino anunciado en octubre de 2017 por General Motors para lanzar dos decenas de nuevos modelos completamente eléctricos para 2023, de los que al menos dos deberían llegar a los mercados en la primera mitad de 2019. Para entonces se verá el motor con el que lo hacen.
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