Dado que es el material manufacturado más usado en la Tierra, reducir la enorme huella medioambiental del hormigón tendría importantes consecuencias para la salud del planeta.
Investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) han propuesto una nueva fórmula para obtener un hormigón más resistente que no sólo elimina una gran cantidad de materiales perjudiciales de la receta, sino que además usa arcilla de desecho reciclada.
Para producir este hormigón más ecológico, el equipo de la NUS empezó por atacar uno de los principales ingredientes de las recetas tradicionales del material: la arena.
Esta actúa como el relleno que se combina con el cemento y el agua para dar al hormigón su volumen y fuerza, pero a medida que nuestra demanda de estructuras de hormigón ha crecido en línea con las megaciudades en expansión y los rascacielos altísimos, también lo ha hecho la demanda de arena.
Un informe de la ONU de 2019 reveló cómo el aumento de la urbanización y el desarrollo de las infraestructuras ha triplicado la demanda de arena en las últimas dos décadas, lo que demuestra cómo estamos «gastando nuestro presupuesto de arena más rápido de lo que podemos producirlo de forma responsable.«
Ante la escasez de arena natural y el continuo desarrollo urbano, el equipo de científicos de Singapur experimentó con formas de sustituirla en la mezcla de hormigón por un material alternativo y más sostenible en forma de arcilla de desecho procedente de las excavaciones de la ciudad-estado.
El objetivo era sustituir la mayor cantidad posible de polvo de arena fina, que es cara, tiene una gran huella de carbono y es cancerígena por exposición prolongada.
Esta arcilla se calienta primero a 700 °C, lo que «activa» su potencial de unión con el hormigón. En sus experimentos, los científicos descubrieron que esta arcilla activada podía usarse para sustituir hasta la mitad del polvo de arena fina que se suele usar en la producción de hormigón.
El producto final, que el equipo describe como hormigón de ultra alto rendimiento, no sólo es más ecológico, sino que presentaba una durabilidad mucho mayor y, por tanto, podía usarse para reducir el tamaño de los elementos estructurales.
Nuestro descubrimiento no solo reduce el consumo de recursos valiosos, sino que también fomenta una economía circular con el uso de arcilla de desecho. Abre una vía para transformar estos residuos en un recurso potencial. A nivel mundial, la arcilla de baja calidad es abundante. Su uso en el hormigón como relleno no sólo puede ayudar a reducir la huella de carbono del hormigón, sino también el coste de su producción.
Pang Sze Dai, director de la investigación.
Como parte de su investigación futura, los científicos planean investigar cómo podrían usarse también otros materiales de desecho para sustituir el relleno de hormigón, y cómo podría usarse la arena marina de origen local para sustituir la arena de río importada en Singapur.
Más información: www.sciencedirect.com
Vía nus.edu.sg
Flor lopez dice
¿ Es posible ver el hormigón elaborado ?