Actualizado: 05/07/2024
Cuando hace frío, la energía necesaria para calentar el interior de los vehículos puede afectar negativamente a su autonomía. Ford afirma que sus ingenieros han encontrado una solución, al menos para los vehículos de reparto.
Las superficies calefactadas podrían aumentar la autonomía de algunos vehículos eléctricos.
Como parte de un proyecto de investigación con la Comisión Europea, los ingenieros de Ford equiparon una furgoneta de reparto E-Transit con reposabrazos, alfombrillas, paneles de las puertas y parasoles calefactados, así como un panel calefactado bajo el volante, explica el fabricante en un comunicado de prensa. Los ingenieros descubrieron que este método de calentar las superficies podía ampliar la autonomía en comparación con el método convencional de soplar aire caliente en la cabina del vehículo.
Ambos métodos de calefacción requieren batería, pero los ingenieros descubrieron que calentar las superficies en lugar del aire reducía el consumo de energía en un 13%, lo que, según el fabricante, equivale a un aumento del 5% de la autonomía según los patrones de carga del mundo real.
Las pruebas consistieron en entregas en Colonia (Alemania) y sus alrededores, en verano y en invierno, en carreteras secas y mojadas, y con lluvia y viento fuertes, según Ford. El servicio de reparto también implicaba abrir puertas y ventanas con frecuencia, lo que significaba que el calor generado por el climatizador se perdía más rápidamente en climas fríos, mientras que las superficies calefactadas tendían a mantenerse calientes, señaló el fabricante.
Aunque no son exactamente comparables a los ciclos de uso de los turismos, los datos de la prueba pueden incorporarse a los calculadores de autonomía utilizados por las flotas comerciales para mejorar la precisión.
El fabricante también está probando otras características que podrían ahorrar energía, como un intercambiador de calor que utiliza el calor del agua de la unidad de tracción para calentar el interior del vehículo y/o la batería, un sistema de refrigeración de la batería y una «carga rápida inteligente» para el preacondicionamiento de la batería, una ruta ecológica para maximizar la autonomía teniendo en cuenta las paradas de carga y una función de acondicionamiento del tren de potencia que optimiza las temperaturas para obtener la máxima eficiencia.
Impulsados por la necesidad de reducir la pérdida de autonomía en climas fríos causada por la calefacción, los ingenieros de otros fabricantes de automóviles y proveedores han ideado una serie de soluciones, como cinturones de seguridad calefactados. BMW también ha experimentado con el calor infrarrojo, que se dirigiría a las superficies e incluso a los ocupantes, sin calentar el aire intermedio.
Otros fabricantes de automóviles han optado por las bombas de calor como una ventaja neta para la autonomía en climas fríos, que en la mayoría de los casos compensa la complejidad adicional. Tesla ya las está instalando en sus vehículos, y General Motors ha dicho que las bombas de calor en sus vehículos eléctricos podrían darles una ventaja de autonomía en el mundo real.
Vía Ford
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