Actualizado: 17/12/2017
El Gobierno del Reino Unido está a punto de lanzar un fondo para financiar el desarrollo de pequeños reactores modulares SMR. China y Estados Unidos son los primeros en beneficiarse de estos recursos. Se estima se destinarán 100 millones de euros para apoyar la tecnología de las minicentrales nucleares.
Mientras que Francia está luchando con una problemática salida de su etapa nuclear y, al otro lado del mundo, Japón lucha por escribir el final del desastre de Fukushima, hay quienes planean un futuro energético para el átomo. No estamos hablando de una economía emergente, sino del Reino Unido, que, a pesar de todas las pruebas, está decidido a emprender un camino energético cuesta arriba.
Tras el difícil y costoso lanzamiento del Hinlkey Point C, Londres vuelve a dar la vuelta al sector nuclear: el gobierno está preparando un fondo de 1.000 millones de libras esterlinas para apoyar el desarrollo de mini-centrales nucleares.
Se trata de la primera generación de tecnología SMR (reactores nucleares modulares), unidades de fisión mucho más pequeñas que las convencionales (aproximadamente 300 MW de potencia, según la definición del OIEA), que se ensamblan directamente en la fábrica y se transportan in situ. Los SMRs permitirían una menor cantidad de escoria y usarían menos agua para el enfriamiento. Y sobre todo reducen considerablemente los costes de construcción. Esto significa, sin embargo, la creación de una línea de producción específica que, para ser económicamente sostenible, debería tener pedidos iniciales elevados.
De ahí la decisión del Reino Unido de apoyar decididamente al sector, como lo revela el periódico The Guardian, y de garantizar al país una ventaja competitiva, tanto en términos de tecnología como de producción de energía. De hecho, la primera ayuda financiera fue prometida por George Osborne hace dos años. Desde entonces, empresas británicas, estadounidenses y chinas han estado presionando al gobierno. Según los rumores del periódico inglés, se espera que el ministro de Energía, Richard Harrington, anuncie en breve un nuevo apoyo financiero.
Sin embargo, varios expertos nacionales en energía condenan esta elección. ¿La razón? La tecnología está todavía en sus comienzos y en el país, los costos de las energías renovables, especialmente la electricidad producida por los parques eólicos marinos, están demostrando ser la alternativa más barata a la nuclear. Paul Dorfman, investigador del Colegio Universitario de Londres, explica:»La verdadera pregunta que el gobierno debe plantearse es la siguiente: dada la continua y a veces drástica reducción de los costes de las fuentes de energía renovables, y dado que la fase de investigación y desarrollo de los RLG está aún en marcha, cuando los reactores nucleares modulares salgan al mercado, ¿pueden ser realmente competitivos económicamente con la energía renovable? La respuesta a esta pregunta es no«.
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