En la sesión informativa en la Cámara de Diputados sobre la situación en Ucrania, el Primer Ministro Draghi enumeró las opciones que se están estudiando para hacer frente a los posibles cortes del suministro de gas ruso.
Más flexibilidad en el consumo, suspensiones en el sector industrial y normas sobre el consumo de gas en el sector termoeléctrico son las principales.
A continuación, el aumento de las importaciones, tanto de GNL como a través de gasoductos activos de Azerbaiyán, Argelia y Libia. El carbón es el último recurso.
Centrales térmicas de carbón para «llenar los vacíos».
Italia podría reabrir las centrales eléctricas de carbón para hacer frente a las repercusiones de la invasión rusa de Ucrania en la crisis energética. Así lo ha dicho el Primer Ministro Mario Draghi durante una sesión informativa en la Cámara de Diputados sobre la situación del conflicto. Moscú es el principal proveedor de gas de Europa, con una cuota del 38-40%. Italia depende de Rusia para el 45% de sus importaciones de gas, frente al 27% de hace una década.
Opciones consideradas
«No podemos encontrarnos sin preparación«, dijo el ex gobernador del BCE. A continuación, enumeró las soluciones a una posible interrupción del suministro de gas ruso a Europa e Italia tras el paquete de sanciones de la Unión Europea.
Las medidas de emergencia incluyen una mayor flexibilidad en el consumo de gas, suspensiones en el sector industrial, y reglas sobre el consumo de gas en el sector termoeléctrico, donde también hay medidas de corte de carga.
Mario Draghi
El Gobierno también quiere «aumentar el suministro alternativo» de GNL «importado de otras rutas, como la de Estados Unidos«. Pero la opción no puede ser decisiva dado que «nuestra capacidad de uso está limitada por el reducido número de regasificadores en funcionamiento«.
Otra medida inmediata, también en el ámbito del gas, se refiere a las importaciones por gasoducto. El ejecutivo pretende «aumentar los flujos de los oleoductos que no están totalmente cargados, como el TAP de Azerbaiyán, el TransMed de Argelia y Túnez, y el GreenStream de Libia«.
Por último, como último recurso, Palazzo Chigi no descarta que «sea necesario reabrir las centrales de carbón para cubrir cualquier déficit inmediato«.
Por ello, Draghi aseguró que el Gobierno está dispuesto a «intervenir para seguir bajando el precio de la energía«, continuando con la adopción de medidas de recorte de la factura como las adoptadas en los últimos meses.
Sin diversificación
A continuación, el Primer Ministro dedicó un pasaje a la necesidad de diversificar las fuentes de suministro energético nacionales. «Los acontecimientos de estos días demuestran la imprudencia de no haber diversificado más nuestras fuentes y proveedores de energía en las últimas décadas«, dijo Draghi.
«En Italia, hemos reducido la producción de gas de 17.000 millones de metros cúbicos al año en 2000 a unos 3.000 millones de metros cúbicos en 2020, frente a un consumo nacional que se ha mantenido constante en torno a los 70.000 o 90.000 millones de metros cúbicos«. Por estas razones, «tenemos que proceder rápidamente en el frente de la diversificación, para superar nuestra vulnerabilidad lo antes posible y evitar el riesgo de futuras crisis«.
Que buen momento para apostar decididamente por las renovables.
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