Crece el interés por las fuentes de combustible alternativas para tractores que ayuden a evitar la fuerte contaminación del gasóleo, y dado su uso generalizado como fertilizante agrícola, el amoníaco podría ser un candidato ideal.
La empresa emergente Amogy ha abierto un nuevo e importante camino en este ámbito, adaptando su sistema de energía de cero emisiones a un tractor John Deere para fabricar las primeras orugas como vehículo pesado impulsado por amoníaco.
El amoníaco, como fuente de combustible, ha empezado a ser prometedor en algunos medios de transporte, como la navegación y la aviación.
Aún quedan por resolver importantes cuestiones sobre la forma más eficaz de extraer energía del amoníaco y sobre cómo podemos limpiar los procesos de producción, que consumen mucha energía, pero Amogy cree que su tecnología está preparada para aprovechar su enorme potencial.
Cómo funciona.
Su sistema consiste en un depósito para almacenar amoníaco en forma líquida, que se introduce en módulos de craqueo «altamente eficientes» que lo dividen en nitrógeno e hidrógeno.
El H2 resultante es lo que hace funcionar la pila de combustible del sistema, que según la empresa puede proporcionar energía continua durante varias horas. Afirman que su solución ofrece una densidad energética cinco veces superior a la de una batería de iones de litio, con más de 700 Wh/kg.
Este sistema de energía se integró en un tractor John Deere convencional con capacidad para realizar las tareas agrícolas habituales, pero sin las emisiones normales.
Según el CEO de Amogy, Seonghoon Woo. «El amoníaco es un combustible de emisiones cero viable para todos los vehículos pesados, pero especialmente para la agricultura y la ganadería, donde este producto químico fácilmente disponible se ha usado como fertilizante durante décadas.»
La empresa afirma que las mejoras tecnológicas del último año han multiplicado por 20 la capacidad energética de su sistema de amoníaco.
Xavier dice
me ha gustado mucho y me interesa
Anónimo dice
EXCELENTE INICIATIVA…