Actualizado: 02/07/2022
Por qué necesitamos una revolución energética para evitar la desaparición del Cantábrico y sus playas.
Las temperaturas siempre están cambiando, pero en el último siglo han aumentado de manera constante. Y eso es peligroso. La NASA ya confirmó que los últimos 15 años han sido los más calurosos de la historia, y el 2017 tiene toda la pinta de superar al resto.[i]
Si bien esto se traduce en desastres naturales en la India, o en la pérdida de 2 billones de toneladas de hielo en Groenlandia, también tenemos de qué preocuparnos en nuestro país. Y es que, aunque no lo parezca, España es uno de los países europeos más afectados por el cambio climático.
Por nuestro clima y tradición agricultura, somos muy vulnerables a las consecuencias del aumento de las temperaturas. ¡Y algunas zonas más que otras! Cantabria, por ejemplo, debido a su situación geográfica, está muy expuesta a los efectos negativos del cambio climático.
Según el departamento del Cambio Climático de Cantabria, la temperatura media del lugar podría aumentar hasta 4ºC, y muchos ríos y bosques podrían estar en peligro, y que el nivel del mar podría aumentar. Con el aumento más pequeño del nivel del agua, casi la mitad de las playas del Cantábrico desaparecerían, aumentaría el riesgo de inundación en la costa, y distintos acuíferos y suelos agrícolas se contaminarían.[ii]
Al mismo tiempo, varias especies desaparecerían. No solo fauna marina, como peces, pájaros y plantas, sino también animales terrestres como el oso pardo o el urogallo, simbólicos de Cantabria y muy vulnerables al cambio de temperaturas.
En los últimos treinta años, de hecho, la temperatura del agua en el mar Cantábrico ha aumentado casi 1ºC de media, desencadenando un proceso de deforestación de las algas de copa, equivalentes marinos a los árboles. Estas algas ayudan a absorber dióxido de carbono (clave en la lucha contra el cambio climático) y a mantener una población sana de peces. ¡Sin ellas, es posible que pronto digamos adiós a especies como la sardina o el bonito!
Por otro lado, el riesgo de incendios aumentaría, junto con los deslizamientos en las laderas cantábricas, y aunque habría menos precipitaciones, también habría tormentas más fuertes que causaran grandes inundaciones.
Todo esto no solo es un problema para el medio ambiente, sino también para las personas. Incluso la industria del turismo en Cantabria se vería perjudicado con el ascenso de las temperaturas y el aumento del nivel del mar en las costas.
Son muchos los académicos y científicos que están advirtiendo sobre la situación. José Ramón Díaz, profesor en la Universidad de Cantabria, declaró hace más de una década que el cambio climático en España “va en serio, y preveo que las intensidades de los temporales irán a más y sus efectos serán más perjudiciales y catastróficos. No es necesario que pasen muchos años. Lo veremos nosotros”.[iii] Tal y como predijo, ya lo estamos viendo.
Es crucial que España se sume a los esfuerzos globales por no sobrepasar el aumento de temperaturas de 1.5ºC, tal y como se acordó en el Acuerdo de París hace dos años.
Para salvar el Cantábrico y otras muchas zonas que serán afectadas, debemos avanzar hacia un futuro sostenible, empezando por reducir las subvenciones a los combustibles fósiles e invertir en un modelo energético 100% renovable, eliminando los obstáculos legales y económicos actuales.
Es imperativo apostar por la revolución energética para evitar catástrofes tanto a nivel nacional como global. La solución está en nuestras manos.
[i] https://content-drupal.noaa.gov/news72016-marks-three-consecutive-year-of-record-warmth-for-globe
[ii] http://www.cambioclimaticocantabria.es/web/cambio-climatico/detalle/-/journal_content/56_INSTANCE_NfF4/3528731/3529155
[iii] https://foro.tiempo.com/temporales-mas-devastadores-en-el-cantabrico-por-el-cambio-climatico-t19776.0.html
Autora: Khristina Santos, escritora ambiental y eco-blogger detrás de La Vida Uve.
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