Actualizado: 05/07/2024
Conviértete en un explorador del universo de la arquitectura bioclimática y descubre cómo la estrategia de la doble piel puede ser clave en la creación de edificaciones sostenibles, eficientes y confortables.
La Bioclimática de la Doble Piel
La doble piel, como su nombre lo sugiere, es una estrategia de diseño arquitectónico que consiste en crear dos capas continuas y ventiladas para el recubrimiento del edificio. Imagina que tu hogar es una matrioska, donde la piel externa actúa como protectora solar de la interior que, a su vez, proporciona el aislamiento. Este diseño, acompañado de un sistema de ventilación en la cámara de aire entre ambas capas, genera un microclima interno, protegiendo la construcción de la radiación solar y el calor que podría acumularse en la envolvente.
Dentro de esta estrategia encontramos las fachadas de doble piel, que, como puedes adivinar, son sistemas que incluyen dos capas, usualmente de vidrio, con una cavidad intermedia por la que circula el aire. Este espacio puede variar entre 20 cm a varios metros y se convierte en un eficaz aislante contra temperaturas extremas, vientos y ruidos, mejorando la eficiencia térmica de la edificación tanto en climas fríos como cálidos.
Quizás un ejemplo ilustrativo y emblemático de esta estrategia lo encontramos en la arquitectura contemporánea: el edificio ’30 St Mary Axe’, diseñado por la firma Foster+Partners, cariñosamente apodado «The Gherkin».
La circulación del aire a través de la cavidad intermedia puede ser natural o mecanizada. Además, en este intersticio pueden incluirse dispositivos de protección solar, incrementando la eficiencia del sistema.
Este enfoque arquitectónico ha ido ganando popularidad, en particular en el diseño de rascacielos. Gracias a su aplicación, es posible la creación de fachadas transparentes que al mismo tiempo proporcionan un alto nivel de confort térmico y acústico, reduciendo los costos de climatización y evitando el uso de tecnologías avanzadas en los vidrios.
La doble piel es especialmente útil en los meses más cálidos. Durante el verano, la radiación solar incide fuertemente sobre la envolvente del edificio, especialmente la cubierta. Si bien existen varias estrategias para protegernos de esto, como el uso de acabados de fachada de colores claros que reflejen la radiación, la doble piel se muestra como una solución muy eficiente.
Pero su uso no se limita al verano. En invierno, esta estrategia permite crear «colchones» térmicos y cámaras parietodinámicas que precalientan el aire de ventilación, convirtiéndose en una valiosa herramienta bioclimática. Su funcionamiento se adapta a las distintas estaciones a través de diversas estrategias, proporcionándoles una versatilidad que las hace muy atractivas.
En climas fríos, este «colchón» de aire actúa como barrera para la pérdida de calor, mientras que en climas cálidos la cavidad puede ventilarse hacia el exterior del edificio, mitigando la ganancia solar y disminuyendo la carga de enfriamiento. La expulsión del exceso de calor se da a través de un proceso conocido como efecto chimenea, generando una ligera brisa en el exterior mientras que el interior permanece aislado del calor.
Es importante recordar que las fachadas de doble piel dependen en gran medida de las condiciones externas, como la radiación solar y la temperatura ambiente, influenciando directamente en el confort interno y la calidad de vida de las personas. Por tanto, un diseño cuidadoso y detallado es esencial para cada proyecto, teniendo en cuenta factores como la orientación solar, el contexto, las condiciones locales de radiación y temperatura, la ocupación del edificio, entre otros.
Como toda estrategia, la doble piel tiene sus ventajas y desventajas:
Ventajas:
- Reducen la demanda de refrigeración y calefacción.
- Permiten vistas libres y acceso a la luz natural.
- Mejoran el aislamiento térmico y acústico.
- Promueven la ventilación natural y la renovación del aire, mejorando la salud del ambiente interior.
Desventajas:
- Coste inicial de construcción elevado.
- Consumo de espacio.
- Requiere mantenimiento.
- Su eficacia puede verse comprometida si el entorno cambia significativamente (por ejemplo, por la sombra de nuevos edificios).
A pesar de sus desafíos, la doble piel se está estableciendo como una estrategia bioclimática fundamental en la arquitectura contemporánea, favoreciendo la construcción sostenible y la mejora del bienestar humano.
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