Las ballenas azules están regresando a la costa atlántica española tras una ausencia de más de 40 años.
Desde 2017, se han producido cuatro avistamientos de tres ballenas diferentes en la costa de Galicia, en el noroeste de España. El más reciente fue reportado el 10 de agosto por el Instituto de Investigación del Delfín Mular (BDRI).
Queremos compartir con todos vosotros la buena noticia de la presencia de la mayor especie animal del planeta y símbolo de la conservación de nuestros océanos, la ballena azul que un año más vuelve a las ricas aguas gallegas.
BDRI
Las ballenas azules son el animal más grande que se conoce en la Tierra, según National Geographic. Pueden llegar a medir 30 metros de largo y pesar 200 toneladas. Sin embargo, su enorme tamaño no las protegió de ser casi cazadas hasta la extinción durante el siglo XX.
La Comisión Ballenera Internacional las protegió a partir de 1966, pero sólo se han recuperado ligeramente y la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza las sigue considerando en peligro.
En España, en concreto, fueron llevadas casi a la extinción local a causa de la caza de ballenas. Había una docena de puertos balleneros en la propia Galicia. El país prohibió finalmente la práctica en 1986, cuando se adoptó la moratoria mundial sobre la caza comercial de ballenas.
Creo que la moratoria de la caza de ballenas ha sido un factor clave. En los años 70, justo antes de que se introdujera la prohibición, desapareció toda una generación de ballenas azules. Ahora, más de 40 años después, estamos viendo el regreso de los descendientes de las pocas que sobrevivieron.
Bruno Díaz, biólogo marino que dirige el BDRI.
Díaz avistó la primera azul que regresó a España en 2017. Una segunda ballena fue vista en 2018, y ambas regresaron en 2020. La ballena que apareció este verano es un tercer individuo.
Mientras Díaz veía el regreso como un triunfo de la conservación, otros expertos pensaban que podía tener una explicación menos esperanzadora.
Soy pesimista porque hay una alta posibilidad de que el cambio climático esté teniendo un gran impacto en el hábitat de la ballena azul. En primer lugar, porque nunca se aventuran al sur del ecuador, y si el calentamiento global empuja esta línea hacia el norte, su hábitat se reducirá. Y en segundo lugar, si esto significa que el alimento que normalmente comen está desapareciendo, entonces lo que estamos viendo es dramático y no es algo para celebrar.
Alfredo López, biólogo marino
Díaz, sin embargo, dijo que no había suficientes pruebas para decir si la crisis climática estaba jugando un papel. En cambio, pensó que el regreso de las ballenas podría deberse a otra razón: la nostalgia.
En los últimos años se ha descubierto que las ballenas azules migran en función de sus recuerdos y no de las condiciones ambientales actuales. Este año no ha habido un incremento notable de plancton y, sin embargo, están aquí. Las experiencias pasadas se han conservado en la memoria colectiva de esta especie y les han empujado a volver. Esta reciente visita ayuda a reforzar una tesis que se está investigando en otras zonas costeras como California.
Alfredo López, biólogo marino.
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