Los científicos utilizan modelos matemáticos para estimar las áreas de mayor actividad animal, basándose en las redes alimenticias marinas.
- Energía eólica marina en auge.
- Zonas con alto potencial eólico = hábitats clave para fauna marina.
- Turbinas afectan a aves marinas y mamíferos.
- Biomasa (no diversidad) determina actividad biológica.
- Muchas zonas de alto riesgo están fuera de áreas protegidas.
- Urge una planificación más inteligente y basada en ciencia.
- Tecnología clave para minimizar impactos.
- Energía renovable sí, pero sin dañar la biodiversidad.
Parques eólicos marinos: ¿energía limpia con consecuencias invisibles?
La energía eólica marina está creciendo rápidamente como una solución clave frente al cambio climático. Sin embargo, una reciente investigación alerta sobre una contradicción incómoda: los mejores lugares para instalar turbinas suelen ser también zonas críticas para la fauna marina.
El dilema ecológico de la energía eólica marina
El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Alicante y otras instituciones españolas, encontró que muchas áreas con alto potencial eólico coinciden con “hotspots” de biodiversidad marina, donde aves y mamíferos marinos se alimentan. Esto plantea un conflicto directo entre la transición energética y la conservación marina.
Impactos ambientales de las turbinas en el mar
Aunque parezca menos invasivo construir en el mar que en tierra, los impactos no son menores:
- Ruido submarino que interfiere con la comunicación y navegación de cetáceos.
- Pérdida o alteración de hábitats marinos.
- Riesgo de colisión para aves marinas en vuelo.
En algunos casos, la restricción de actividades pesqueras alrededor de los parques eólicos crea una especie de santuario. Pero no compensa si se construye en lugares de gran valor ecológico.
¿Dónde está la vida marina?
Uno de los grandes retos es predecir con precisión dónde se concentran los animales marinos. Como no se puede seguir a cada individuo, los investigadores utilizaron modelos basados en las cadenas tróficas.
Conclusión clave: no es la diversidad de especies lo que atrae a los depredadores, sino la cantidad de alimento disponible (biomasa). Donde hay mucho plancton, hay peces; donde hay peces, hay aves y mamíferos que los cazan. Así se crean los verdaderos «puntos calientes» del océano.
Riesgo global, planificación local
El equipo desarrolló mapas de riesgo a nivel mundial que superponen zonas de biodiversidad con potencial eólico. El resultado: una gran superposición en el hemisferio norte, especialmente en regiones como el Atlántico norte y el mar del Norte. En el hemisferio sur, el solapamiento es menor, aunque esto podría deberse a falta de datos.
Muchos de estos puntos de alto riesgo ni siquiera están protegidos actualmente. Por eso, los autores recomiendan:
- Ampliar y reforzar áreas marinas protegidas.
- Crear zonas de exclusión para conservación estricta.
- Tomar decisiones basadas en datos científicos, no intereses políticos.
Tecnología al servicio de la sostenibilidad
Herramientas como GPS en aves marinas permiten ver si esquivan los parques eólicos… pero esto plantea una nueva duda: ¿evitar las turbinas también significa evitar su fuente de alimento?
Responder a estas preguntas es esencial para tomar decisiones informadas. Y más aún: para garantizar que la energía renovable no se convierta en una amenaza para la biodiversidad.
Más información: Potential feeding sites for seabirds and marine mammals reveal large overlap with offshore wind energy development worldwide – ScienceDirect
Jose dice
Buenos días, creo en mi modesta opinión que poner un parque eólico en el mar es una aberración según un informe del país luso que tiene uno instalado allí dicen que no es nada. bueno para la fauna.el pescado desaparece de las áreas en las que está instalado.aqui habrá una conspiración política para enriquecerse más de uno sin importarles di es bueno o malo