El titular es un reflejo claro del desafío climático al que nos enfrentamos. Un equipo de investigadores climáticos, liderado por Emily Judd de la Universidad de Arizona y el Smithsonian, ha combinado más de 150,000 piezas de evidencia fósil con modelos climáticos avanzados para determinar las temperaturas promedio de la superficie global de la Tierra durante los últimos 480 millones de años. Este período comienza con el surgimiento de organismos multicelulares en la época conocida como el Eón Fanerozoico. Los resultados revelan que, aunque la Tierra ha estado mucho más caliente en otros momentos, las temperaturas nunca han aumentado tan rápido como en la actualidad.
Lo que revela el estudio sobre las temperaturas globales
El estudio, publicado en la revista Science el 20 de septiembre de 2024, subraya que el análisis de la temperatura media global de la superficie (GMST, por sus siglas en inglés) en los últimos 485 millones de años es crucial para comprender los procesos que impulsan el clima. Jesse Smith, editor del informe, menciona que la interacción entre la flora, la fauna y los patrones climáticos ha sido clave en la evolución del clima. Según el estudio de Judd et al., la GMST ha variado entre 11°C y 36°C, con una sensibilidad climática aparente de aproximadamente 8°C, lo que es dos o tres veces más alto que en la actualidad.
Los autores destacan que este registro geológico es vital para comprender la historia del planeta y poner en contexto el cambio climático actual. Además, es fundamental para refinar nuestra comprensión de la relación entre el dióxido de carbono (CO2) atmosférico y la sensibilidad climática, lo que puede ayudar a mejorar las predicciones sobre el calentamiento antropogénico.
Datos clave sobre el calentamiento global
- Variación de la temperatura: Durante los últimos 485 millones de años, la GMST ha fluctuado entre 11°C y 36°C, lo que indica una variabilidad climática mayor de la que se pensaba anteriormente.
- Sensibilidad climática: La sensibilidad del sistema terrestre a duplicar las concentraciones de CO2 es de aproximadamente 8°C. Esta relación es sorprendentemente constante y sugiere que el CO2 ha sido el principal impulsor del clima a lo largo de este período.
- Amplificación polar: Los cambios de temperatura han sido más pronunciados en las regiones polares que en otras latitudes, lo que se conoce como amplificación polar.
El impacto del CO2 en la historia del clima
El estudio también pone de manifiesto que el dióxido de carbono ha sido el factor dominante en la regulación del clima del Fanerozoico, eclipsando otros factores como el aumento de la luminosidad solar. Aunque se esperaba que la mayor luminosidad solar afectara el clima a lo largo de los millones de años, los cambios en el albedo planetario y la presencia de otros gases de efecto invernadero, como el metano, ayudaron a compensar el aumento de radiación solar.
Lo que significa el estudio para el futuro del clima
El análisis de las temperaturas globales sugiere que los cambios bruscos y dramáticos en la temperatura están asociados con momentos críticos en la historia de la Tierra, como extinciones masivas. Un ejemplo destacado es la extinción masiva de hace 250 millones de años, cuando las erupciones volcánicas liberaron grandes cantidades de CO2, lo que provocó un aumento de la temperatura global en más de 10°C en un lapso de aproximadamente 50,000 años.
Sin embargo, lo que más preocupa a los científicos es que, en ningún momento de los últimos 485 millones de años, la Tierra ha experimentado un cambio de temperatura tan rápido como el actual. La velocidad del calentamiento actual supera incluso los peores episodios de la historia geológica, lo que plantea serias preocupaciones sobre la capacidad de adaptación de los ecosistemas y las especies, incluidas las humanas.
Las implicaciones para la humanidad
El estudio subraya que, aunque la vida en la Tierra ha sobrevivido a climas mucho más cálidos, los humanos evolucionaron durante uno de los períodos más fríos del Fanerozoico, con temperaturas promedio tan bajas como 11°C. Actualmente, la humanidad enfrenta la posibilidad de que las temperaturas globales aumenten hasta 17°C para finales de este siglo si no se toman medidas rápidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este nivel de calentamiento no se ha visto desde el Mioceno, hace más de 5 millones de años.
Emily Judd advierte que, aunque el calentamiento inducido por el ser humano no llevará a la Tierra más allá de los límites de habitabilidad, creará condiciones desconocidas para la especie humana y que podrían tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas y las comunidades humanas. La humanidad ha construido su civilización en un paisaje dominado por un clima frío, lo que significa que un calentamiento tan rápido y significativo podría tener efectos imprevistos en la infraestructura, la agricultura, la biodiversidad y la calidad de vida.
Este estudio actúa como una llamada de atención sobre la necesidad urgente de actuar frente al cambio climático. Si bien la Tierra ha soportado climas mucho más cálidos en su historia, el calentamiento actual es excepcionalmente rápido, y las especies, incluidos los humanos, pueden no ser capaces de adaptarse con la misma rapidez. Como concluye Judd, siempre habrá vida en la Tierra, pero el desafío es qué tipo de vida será posible y qué significa la supervivencia en un mundo cada vez más cálido.
Vía www.science.org
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