Actualizado: 29/07/2023
La popularidad de los diamantes de laboratorio ha ido en aumento en la industria de la joyería. Esto es porque a la nueva generación de compradores de joyas le atraen por su precio accesible, transparencia y por consideraciones ambientales. Según un reporte del AWDC (Antwerp World Diamond Centre), el mercado de diamantes de laboratorio está pasando por un crecimiento anual del 15% al 20%. Esperamos que este porcentaje se incremente en los años venideros porque los joyeros tienden cada vez más a vender estos diamantes y están surgiendo más laboratorios para sumarse al número. Como mencionamos antes, las personas jóvenes se están alejando de los diamantes extraídos por los impactos negativos ambientales y humanitarios asociados con la extracción.
En 2019, Meghan Markle llamó la atención del mundo al usar durante una salida en Londres un par de deslumbrantes aretes colgantes incrustados con diamantes de laboratorio. Estos diamantes, hechos por Kimaï, una empresa cofundada por Sidney Neuhaus y Jessica Warch, tardaron solo cinco días en crearse. Tanto Neuhaus como Warch provienen de familias de diamantes, el padre de Neuhaus era dueño de una joyería de diamantes y el abuelo de ella hizo una carrera en diamantes después de la Segunda Guerra Mundial en De Beers, la conocida compañía de diamantes. A pesar de los antecedentes familiares en el comercio de diamantes, Neuhaus y Warch decidieron aventurarse en los diamantes de laboratorio debido a sus preocupaciones sobre el impacto ambiental y humanitario de la extracción tradicional de diamantes. Al igual que Neuhaus y Warch, casi el 70% de los millennials consideran los diamantes de laboratorio como una alternativa, pero la cuestión es: ¿cómo se comparan estos diamantes como alternativa? Hablaremos de eso a medida que sigas leyendo.
¿Qué son los diamantes de laboratorio y cómo se diferencian de los diamantes extraídos naturalmente de la tierra?
Antes que nada, debes saber que los diamantes de laboratorio también son diamantes. Son idénticos a los diamantes extraídos de la tierra desde el punto de vista de sus propiedades químicas, físicas y ópticas. Lo único que diferencia a ambos tipos de diamantes es la forma en la que están hechos. Encuentre su diamantes de laboratorio en Diamonds-usa.com/defecto.aspx, utilizando sus criterios de búsqueda.
Cómo están hechos.
Los diamantes extraídos se forman dentro del manto de la Tierra como resultado del inmenso calor y presión, ya que están a 100 millas bajo tierra. La mayoría de los diamantes se formaron hace mil o tres mil millones de años, cuando el planeta estaba mucho más caliente de lo que está ahora. Justo como los diamantes formados naturalmente, los diamantes de laboratorio se producen con calor y presión extremos, pero el proceso se hace dentro de una máquina, en vez de bajo tierra.
Existen dos métodos para crear diamantes en un laboratorio. Ambos métodos inician con una “semilla” de un diamante existente, la cual es un trozo delgado. El primer método usado se llama “Alta Presión Alta Temperatura”, HPHT por sus siglas en inglés, el cual implica colocar la semilla en presencia de carbono de grafito puro y someterlo a temperaturas de alrededor de 1,500°C mientras se aplica presión de aproximadamente 1.5 millones de libras por pulgada cuadrada dentro de una cámara.
El segundo método, que es más usado recientemente, se conoce como Deposición Química de Vapor, CVD por sus siglas en inglés. Este implica colocar la semilla dentro de una cámara sellada que está llena de un gas rico en carbono. La semilla se calienta entonces a aproximadamente 800°C como parte del proceso. En estas condiciones, los átomos de carbono del gas se adhieren a la semilla, formando gradualmente un diamante capa por capa. Los diamantes de laboratorio se crean usando calor y presión intensos dentro de una máquina, repicando el proceso natural.
La tecnología detrás de los diamantes de laboratorio ha logrado avances significativos en los años recientes, permitiendo que las compañías produzcan diamantes de mayor calidad con más eficacia y mejor rentabilidad. Esto ha llevado a un incremento en la competencia entre compañías de diamantes de laboratorio y de diamantes extraídos de la tierra. El costo de producir un diamante de laboratorio con CVD es actualmente de $300 a $500 por quilate, en comparación a $4,000 por quilate en 2008, según reporta el AWDC.


2.50 carat F VVS2 Pera diamante de laboratorio $1790
Los dos diamantes de laboratorio son de Diamonds-USA
¿Cómo impactan al medio ambiente?
Los diamantes de laboratorio sí vienen con ciertas desventajas ambientales. La falta de transparencia en la industria hace que sea difícil obtener datos precisos para comparar la huella de carbono de los diamantes de laboratorio y de los extraídos de la tierra. No obstante, la energía necesaria para producir diamantes de laboratorio es significativa. Según un reporte encargado por la Asociación de Productores de Diamantes (DPA por sus siglas en inglés), las emisiones de gas de efecto invernadero resultantes de la extracción de diamantes naturales son tres veces menores que las emisiones producidas durante el cultivo de diamantes de laboratorio. Es importante tener en cuenta que la DPA representa a las principales mineras de diamantes como De Beers, Alrosa y Rio Tinto.
Algunas compañías de diamantes de laboratorio, incluyendo a Diamond Foundry, respaldadas por Leonardo DiCaprio, han recibido advertencias de la Comisión Federal de Comercio (FTC) en los Estados Unidos respecto a sus afirmaciones de ser «ecológicas» sin tener evidencias que lo corroboren. Sin embargo, Diamond Foundry afirma que ha obtenido la certificación de neutralidad de carbono de la organización de terceros Natural Capital Partners y que utiliza exclusivamente energía renovable.
Cifras proporcionadas por Diamond Foundry indican que el impacto ambiental general de los diamantes extraídos de la tierra es significativamente mayor que el de los diamantes de laboratorio. Según una publicación de blog en su sitio web, extraer un diamante de debajo de la superficie de la Tierra requiere significativamente más energía en comparación con la creación de uno a través de procesos en la superficie de la tierra. Además, en las operaciones mineras, la energía utilizada proviene principalmente de combustibles fósiles como el diésel sucio, mientras que nuestra producción sobre la superficie terrestre depende de fuentes de energía renovables.
¿Qué más está en cuestión?
Es bien sabido que la industria de la extracción de diamantes ha brindado empleo e ingresos a un número considerable de personas en países en desarrollo ricos en recursos. Por ello, no podemos hablar de una alternativa a la extracción de diamantes sin hablar de estas personas y de los empleos que se perderían. Brad Brooks-Rubin, quien anteriormente sirvió como asesor especial sobre diamantes en zonas de conflicto para el Departamento de Estado de los EE. UU. y que actualmente ocupa el cargo de director general en The Sentry/Enough Project, plantea problemas éticos acerca de disuadir a las personas de comprar diamantes originarios de países en desarrollo. Estos países a menudo tienen millones de personas que dependen de empleos relacionados con la industria del diamante. Por lo tanto, es necesario que haya un equilibrio entre alejar a la gente de los diamantes extraídos de la tierra y alentar a la gente a adoptar los diamantes de laboratorio, a menos que se haya impuesto alguna especie de red de seguridad para amortiguar el efecto del desempleo que sería causado por esta innovación.
Con base en todo lo dicho, no podemos llegar a la conclusión de que los diamantes de laboratorio son una mejor alternativa a los diamantes formados naturalmente. A pesar de que están ganando popularidad como una alternativa más sustentable y ética, existen problemas ambientales y éticos entorno a ellos. Sin embargo, no existe nada que carezca de sus ventajas y desventajas. No podemos negar el hecho de que comparten las mismas características que los diamantes naturales y el que se puedan producir a un costo menor es un beneficio adicional para ellos. Además, creemos que, si los laboratorios han llegado tan lejos como para hacer diamantes artificiales, pueden trabajar para eliminar las desventajas, convirtiéndolos, sin duda, en una mejor opción.
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