El proyecto Sun Cable, conocido como Australia-Asia Power Link, ha recibido la aprobación del gobierno federal para la primera fase de lo que se espera sea el proyecto de energía renovable y almacenamiento más grande del mundo. La ministra federal de Medio Ambiente, Tanya Plibersek, dio luz verde a esta primera etapa, que incluye un enlace de transmisión de 800 kilómetros desde una propiedad cerca de Elliott, en el Territorio del Norte, hasta Darwin. Este ambicioso proyecto permitirá la construcción de hasta 10 gigavatios (GW) de capacidad de energía solar y almacenamiento en baterías, proporcionando hasta 4 GW de energía verde continua las 24 horas del día.
Además, la aprobación incluye la instalación de un cable submarino que se extenderá hasta el límite de las aguas australianas, preparando el terreno para la segunda fase del proyecto, que tiene como objetivo exportar energía eólica y solar de bajo coste a Singapur y otras naciones vecinas. En esta segunda fase, se prevé que la generación continua de energía verde alcance hasta los 6 GW.
El proyecto Sun Cable cuenta con el respaldo del multimillonario en software Mike Cannon-Brookes y, originalmente, se diseñó para construir 20 GW de capacidad solar y hasta 42 gigavatios hora (GWh) de almacenamiento en baterías. Además, el plan inicial incluía el suministro de energía a Singapur mediante un cable submarino de 4,200 kilómetros.
Sin embargo, los planes han evolucionado tras desacuerdos entre Cannon-Brookes y otro importante inversionista en energía verde, Andrew Forrest, quien prefería que el proyecto se enfocara en las oportunidades relacionadas con el hidrógeno verde. Con la incorporación de Quinbrook Infrastructure, una empresa australiana, el proyecto ha cambiado de rumbo nuevamente. Ahora se espera que el proyecto se divida entre energía solar y eólica, con hasta 12 GW de cada tecnología. Esta combinación reducirá la necesidad de almacenamiento en baterías, ya que la energía eólica generará electricidad durante las horas nocturnas.
El proyecto Sun Cable se ha estructurado en etapas claras, con la primera centrada en abastecer a nuevas industrias verdes que se espera que se desarrollen en torno a Darwin, especialmente en la zona de Middle Harbour. Las aprobaciones federales actuales están relacionadas con esta primera fase, que proporcionará inicialmente 900 megavatios (MW) de energía continua a Darwin, con un crecimiento proyectado hasta 4 GW, provenientes de los conjuntos de paneles solares y baterías que se construirán en una antigua estación pastoral entre Elliott y Tennant Creek.
A largo plazo, el plan es suministrar otros 1.7 GW de energía continua a Singapur a través del cable submarino. Las métricas finales del proyecto se definirán tras realizar más estudios sobre los recursos eólicos y los potenciales clientes, y estarán sujetas a nuevas aprobaciones ambientales.
La ministra Plibersek afirmó que este proyecto será transformador tanto económica como socialmente para el Territorio del Norte, ya que permitirá el surgimiento de un sector de manufactura verde en Darwin y producirá energía solar renovable para exportación potencial a Singapur, además de proporcionar una fuente de empleo a largo plazo en áreas remotas.
Plibersek también aprovechó la ocasión para criticar el plan nuclear del líder de la oposición, Peter Dutton, señalando que este generaría seis veces menos energía que la propuesta de Sun Cable de 4 GW, y subrayó que la energía solar es considerablemente más barata y está financiada por intereses privados, lo cual no ocurre con la energía nuclear debido a sus altos costos y riesgos.
La aprobación viene acompañada de estrictas condiciones para proteger la naturaleza, incluidas medidas para evitar por completo especies importantes como el Bilby Mayor y su hábitat crítico. Este avance se produce un mes después de que la Autoridad de Protección Ambiental del Territorio del Norte (NT EPA) también diera su aprobación ambiental para hasta 10 GW de capacidad solar y de almacenamiento, así como para la línea de transmisión y la infraestructura asociada.
Sun Cable ha manifestado que estas aprobaciones ambientales le permiten avanzar con las actividades de desarrollo, comerciales y de ingeniería necesarias para alcanzar una decisión final de inversión en 2027, con la producción de electricidad prevista para la década de 2030.
El CEO de Sun Cable, Cameron Garnsworthy, comentó que el proyecto se funda en la visión de ayudar a descarbonizar el planeta y que la aprobación reciente es un voto de confianza en el proyecto y en Sun Cable como administradores responsables del medio ambiente local del Territorio del Norte. Ahora, Sun Cable centrará sus esfuerzos en la siguiente etapa de planificación para avanzar hacia la decisión final de inversión, prevista para 2027.
Este proyecto no solo posiciona a Australia como un líder mundial en energía verde, sino que también ofrece una oportunidad única para demostrar cómo las energías renovables pueden ser la piedra angular de una economía sostenible y próspera. Con la capacidad de generar y exportar energía limpia a gran escala, Australia podría desempeñar un papel clave en la transición global hacia un futuro más sostenible.
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