Actualizado: 05/07/2024
En busca de alternativas sostenibles y eficientes para combatir las altas temperaturas, científicos de la Universidad de Sevilla han ideado una solución revolucionaria. Una parada de autobús que se convertirá en un oasis de frescor durante los calurosos veranos andaluces, siendo capaz de reducir la temperatura en hasta 20 grados.
Un Oasis de Frescor en Plena Ciudad
Esta propuesta nace con el objetivo de transformar la espera del autobús en un refugio climático en épocas de calor extremo. Gracias a un diseño bioclimático, este refugio será un lugar más confortable y agradable para los viajeros. La ciudad de Sevilla será la primera en acoger este prototipo, con planes de ser instalado y operativo en 2024.
Este proyecto surge del talento investigador de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla. Con la financiación de la Fundación Descubre, han creado una estructura que promete ser un verdadero respiro frente al calor estival.
La «Inteligencia» de la Marquesina
El diseño de esta marquesina bioclimática se basa en los principios de la arquitectura bioclimática. Una arquitectura que se integra en el entorno, utilizando las condiciones ambientales y elementos naturales para reducir el consumo energético y mantener un ambiente interior confortable.
La clave de su funcionamiento radica en la radiación térmica. “No se trata de un aire acondicionado convencional, sino que la propia estructura emite frescor, como los frigoríficos«, afirma José Sánchez, investigador de la Universidad de Sevilla.
Un Refugio Climático de tres partes
Este refugio climático está compuesto por tres partes, según explican en su estudio «Thermal conditioning of short-term stays. Radiant solution in a bus stop in Seville«, publicado en Science Talks. La primera es un tanque subterráneo de agua depurada que está conectado a la estructura de la parada de autobús a través de tubos. Estos recorren la parada hasta el techo, donde se instalan sensores y placas solares fotovoltaicas.
El sistema de esta marquesina es autosuficiente, genera electricidad y agua fría, y además es capaz de adaptarse al entorno gracias a sensores que detectan la temperatura exterior, la presencia de personas y el clima.
El frescor nocturno como aliado
Durante la noche, el agua almacenada en el tanque subterráneo asciende a las placas solares, se enfría y retorna al tanque, manteniendo su frescor. Cuando los sensores detectan la presencia de usuarios, se activa el sistema de enfriamiento, permitiendo que el agua recorra la estructura y libere frío a través del metal de la marquesina.
Protección solar y confort térmico en los colegios
Este proyecto no solo abarca la creación de marquesinas bioclimáticas. Los investigadores del grupo «Termotecnia» están trabajando en el desarrollo de parasoles y pérgolas que sirvan de refugios bioclimáticos en patios escolares. «Estamos instalando una cubierta de 1.000 m2 en el colegio Arias Montano de Sevilla que bloqueará el sol y creará una sensación de frescor«, destaca Sánchez.
Apoyo a la investigación y desarrollo sostenible
Este innovador proyecto ha recibido financiamiento de varios proyectos europeos y nacionales, como «LIFEWATERCOOL-Water Efficient Systemic Concept for the Climate Change Adaptation in Urban Areas» de la Comisión Europea y «CONSTANCY-Resilient urbanization methodologies and natural conditioning using imaginative nature-based solutions and cultural heritage to recover the street life» del Ministerio de Ciencia e Innovación. También ha contado con la co-financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Es un claro ejemplo de cómo la innovación y la sostenibilidad pueden unirse para crear soluciones climáticas efectivas y mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades.
Fuente: Fundación Descubre
Deja una respuesta