Los microbios de todos los rincones del mundo están evolucionando para degradar el plástico, según una nueva investigación realizada por científicos suecos.
Una demostración de cómo el medio ambiente está respondiendo a las presiones que ejercemos sobre él.
Se han descubierto más de 30.000 enzimas devoradoras de plástico en muestras de océanos y suelos de decenas de países. Son capaces de degradar 10 tipos de plásticos.
Casi el 60% de las enzimas no encajaban en ninguna clase de enzima conocida, lo que deja la puerta abierta a nuevas investigaciones.
Este es el primer estudio a gran escala sobre el potencial de las bacterias para degradar el plástico. Según el estudio, los microbios han evolucionado en respuesta a la contaminación por plástico.
Encontramos múltiples evidencias que apoyan el hecho de que el potencial de degradación de plásticos del microbioma global se correlaciona fuertemente con las mediciones de la contaminación ambiental por plásticos, una demostración de cómo el medio ambiente está respondiendo a las presiones que estamos ejerciendo sobre él.
Aleksej Zelezniak, uno de los investigadores del estudio.
Se encontraron unas 12.000 de las nuevas enzimas en muestras del océano, recogidas en 67 lugares a tres profundidades diferentes. Según el estudio, se encontraron mayores concentraciones de enzimas degradantes en los niveles más profundos, en respuesta a la mayor contaminación por plásticos.
Se recogieron muestras de suelo en 169 lugares de 38 países y 11 hábitats, y se obtuvieron 18.000 enzimas degradadoras de plástico. Los científicos concluyeron que el recuento de enzimas era mayor en las muestras de suelo que en las de océano porque los suelos contienen más plásticos con aditivos de ftalato, que las nuevas enzimas atacan.
Según la investigación, casi el 60% de las enzimas encontradas no encajaban en ninguna clase de enzima conocida, lo que hace necesaria una investigación adicional.
El siguiente paso sería probar las enzimas candidatas más prometedoras en el laboratorio para investigar de cerca sus propiedades y la velocidad de degradación del plástico que pueden alcanzar. A partir de ahí se podrían diseñar comunidades microbianas con funciones de degradación específicas para determinados tipos de polímeros.
Aleksej Zelezniak
Eso podría significar la aplicación de las nuevas enzimas a la biodegradación de residuos plásticos industriales, reduciendo la necesidad de producir nuevos plásticos.
Vía www.chalmers.se
Más información: journals.asm.org (texto en inglés).
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