Actualizado: 07/07/2022
Excursionistas, soldados, niños en edad escolar, muchos sufren la carga de una mochila pesada. Pero ahora, unos investigadores han desarrollado un prototipo que no sólo aligera la carga en un 20%, sino que aprovecha la energía de los movimientos humanos para alimentar pequeños aparatos electrónicos.
La nueva mochila, presentada en la revista ACS Nano, podría ser especialmente útil para niños, excursionistas, socorristas, personas que trabajan en zonas remotas sin electricidad, según comentan los investigadores.
Las mochilas se usan mucho en la vida cotidiana para llevar cargas sin necesidad de usar las manos. Sin embargo, con el paso del tiempo, caminar o correr con un saco pesado puede provocar dolores de espalda y cuello.
Además, los mochileros podrían necesitar una mochila que recogiera la energía mecánica al caminar para alimentar aparatos electrónicos portátiles o sensores de control de la salud.
Anteriormente, los investigadores habían usado nanogeneradores triboeléctricos (TENG) -pequeños dispositivos que convierten la energía mecánica en eléctrica- para fabricar mochilas recolectoras de energía, pero esas mochilas tenían una potencia relativamente baja y no ofrecían muchas ventajas, como el aligeramiento de la carga o la absorción de impactos. Zhong Lin Wang, Jia Cheng y sus colegas querían diseñar un prototipo que superara estas limitaciones.
Para ahorrar trabajo y absorber los golpes, los investigadores incorporaron a la mochila dos elastómeros que se estiraban y encogían, manteniendo la bolsa firme mientras el usuario caminaba. El resultado fue una reducción del 20% de la fuerza ejercida sobre el usuario.
Mientras tanto, el movimiento entre el armazón de la mochila y su carga durante la marcha impulsó un TENG para convertir la energía mecánica en electricidad, con una eficacia del 14%. Los investigadores demostraron que la mochila podía alimentar LEDs, un relojes fluorescentes y luces LED.
Una vez superados algunos problemas, como la mejora de la eficiencia de conversión de energía, la mochila tiene un potencial prometedor como fuente de energía para aparatos electrónicos portátiles y de pequeña escala, GPS y sensores de atención sanitaria, afirman los investigadores.
Más información: pubs.acs.org
Vía www.acs.org
Deja una respuesta