La NASA Bike se convierte en una turbina eólica cuando no está en uso gracias a sus ruedas con características especiales.
El próximo gran reto de las agencias espaciales es poner un pie en Marte y colonizar el Planeta Rojo. La NASA ya ha enviado a sus rovers para explorar la superficie marciana, estudiar la superficie del planeta. Incluso visionarios como Elon Musk, CEO de Tesla, tienen sus ojos puestos en colonizar el planeta para el 2050.
Por supuesto, hay innumerables retos tecnológicos que se necesitan desarrollar para lograr ese anhelo, y uno de ellas es conseguir vehículos adecuados para el ambiente hostil de Marte. Es cierto que se están desarrollando vehículos de cuatro ruedas para superficies irregulares, pero un vehículo de dos ruedas altamente maniobrable también sería una opción a tener en cuenta.
El diseñador Simon Grytten ha pensado en el tema y lo ha desarrollado en forma de bocetos para su versión de una moto apta para las misiones a Marte. La ha bautizado como «NASA Bike».
Puede cargar su propia batería así como la batería de la estación base aprovechando la energía del viento, cortesía de las prominentes tormentas del planeta rojo. La NASA Bike se convierte en una turbina eólica cuando no está en uso.
La bicicleta se conecta a la estación de carga, que es un gran generador para mantener los sistemas funcionando en el planeta hostil. La moto tiene un diseño muy básico por razones obvias ya que uno no va a conducirla por la emoción de conducir, sino para ir de un lugar a otro, sano y salvo.
Por ahora, el concepto está en la primera etapa y necesita tener en cuenta todos los factores que lo pueden hacer realmente factible. Una de ellas es la practicidad de conducir la bicicleta en tormentas de arena que serían muy peligrosas y la cantidad de energía que las dos ruedas serían capaces de generar para un generador tan grande.
Diseñador: Simon Grytten.
Xavier dice
Estaría mejor empezar a invertir toda la tecnología en cuidarveste planeta que reúne las características para habitar en el como un paraíso. Esos vehículos lis podrían comercializar a precios económicos en el mercado y serían una solución para no contaminar