
Poner un reactor nuclear en la Luna puede parecer el guion de una película de ciencia ficción, pero un día podría ser realidad.
La NASA ha lanzado una solicitud de propuestas para un «sistema de energía de superficie por fisión» como parte de su programa Artemis para llevar a los astronautas a la Luna y, eventualmente, a Marte. La convocatoria de la NASA ofrece algunas pistas sobre cómo podría ser un reactor de fisión en la Luna.
Según los planes de la agencia espacial estadounidense, los astronautas pasarán hasta dos meses viviendo en la Luna, que se convertirá en un punto de partida para las misiones en el sistema solar.
El problema es que una noche lunar puede durar hasta 14 días, lo que convierte a la energía solar en una fuente de energía poco fiable para una bulliciosa base lunar.
La energía de fisión en la superficie, junto con las células solares, las baterías y las pilas de combustible, puede proporcionar la energía necesaria para hacer funcionar los vehículos de exploración, realizar experimentos y utilizar los recursos de la Luna para producir agua, propulsores y otros suministros para el mantenimiento de la vida.
Pero tendrá que ser mucho más pequeño que los reactores nucleares convencionales utilizados para generar electricidad en la Tierra. Para llegar a la Luna, el reactor tiene que caber dentro de un contenedor cilíndrico de cuatro metros de ancho y seis de largo, y no puede pesar más de 6.000 kg.
Si sobrevive al lanzamiento y al aterrizaje, el reactor debe ser transportable, de modo que pueda ser llevado desde su lugar de aterrizaje para ser utilizado en otro lugar de la Luna, donde producirá al menos 40 kilovatios de energía continua durante un máximo de diez años.
Además, la NASA exige que el reactor sea totalmente autónomo. No puede depender de ningún tipo de energía externa o apoyo robótico, ni de la participación de los astronautas para la puesta en marcha, el apagado, el funcionamiento o el mantenimiento del sistema, según consta en los documentos de licitación de la NASA.
La energía abundante será clave para la futura exploración espacial.
La NASA y el Departamento de Energía de EE.UU. también están buscando propuestas para un sistema de propulsión térmica nuclear que pudiera alimentar futuras misiones a Marte.
Los retos son tremendos. ¿Qué puede salir mal?
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