Actualizado: 05/07/2024
Esta misma semana os hablábamos del Kinner, un velomóvil finlandés bastante chulo. Pues bien, ahora llega otro modelo que llama la atención: bautizado como Northern Light 428 y parece un cohete de propulsión humana.
El 428, que toma su nombre de la longitud de onda del espectro azul de la aurora boreal, ha sido desarrollado por la empresa británica Northern Light Motors.
La empresa está dirigida por el diseñador de automóviles Graham Browne, que anteriormente diseñó coches deportivos para el fabricante de automóviles británico TVR.
Como la mayoría de los velomóviles, el 428 podría describirse como un triciclo que coloca al piloto dentro de una carrocería aerodinámica. Y mientras casi todos los demás incorporan una transmisión por cadena, éste adopta un enfoque decididamente diferente.
Por un lado, los pedales del 428 no están directamente vinculados a la rueda motriz. En su lugar, las bielas hacen girar un generador, que a su vez carga la batería de 48V/10-Ah que alimenta el motor del buje trasero. Este sistema híbrido de serie permite a los ciclistas generar y almacenar electricidad mientras pedalean en un terreno relativamente fácil, para utilizarla posteriormente al subir cuestas o al arrancar desde un punto muerto.
Aunque el motor tiene una potencia nominal de 1.000 vatios, puede limitarse electrónicamente para cumplir las normas de los distintos países. Según la empresa, mantener una velocidad de crucero con asistencia eléctrica de 56 km/h debería ser posible «para quienes tengan una forma física media o buena».
El motor es capaz de aumentar la potencia de pedaleo del ciclista hasta una autonomía de más de 80 km «con un esfuerzo humano moderado y una conducción no agresiva«, aunque la actualización a una batería de mayor capacidad puede duplicar esa cifra. Más allá de esa autonomía, el sistema de propulsión se limita a transmitir la potencia de pedaleo del ciclista al motor a través del generador/batería, sin añadir ninguna fuerza adicional.
Y aunque mucha gente se pregunte por la seguridad de los velomóviles, éste incorpora un aro antivuelco y una célula de seguridad reforzada alrededor del piloto, tiene zonas de deformación delanteras y traseras, y todas sus zonas de contacto están por encima de la altura de los parachoques del resto del tráfico. Su carrocería es actualmente de espuma de poliestireno recubierta de fibra de vidrio, aunque Browne nos dice que el modelo de producción tendrá una piel de resina de poliéster.
Otras características del 428 son la suspensión delantera y trasera de ballestas compuestas, el espacio de carga suficiente para tres o cuatro bolsas de comida, los frenos de disco hidráulicos, una interfaz con pantalla táctil, un protector contra la lluvia extraíble y luces delanteras y traseras de LED. Los extras opcionales incluyen un techo desmontable, indicadores de giro, un módulo de seguimiento GPS y una cámara de visión trasera. El conjunto pesa 52 kg.
También hay que señalar que, aunque el 428 es el modelo que actualmente está en forma de prototipo funcional, también se ofrecen dos modelos con mayores especificaciones. Se llaman 557 y 630, en referencia a los espectros verde y azul de la aurora boreal, respectivamente.
El precio de la 428 parte de la nada despreciable cifra de 2.499 libras (unos 3.439 dólares), aunque requiere cierto montaje. Los compradores pueden empezar a utilizarla haciendo un depósito de 250 libras (344 dólares) a través del sitio web de la empresa.
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