La ballena azul ha ostentado durante mucho tiempo el título de ser el animal más grande que jamás ha existido, incluso superando a los dinosaurios más grandes conocidos. Sin embargo, una nueva especie amenaza con arrebatar este cetro, revolucionando nuestra comprensión sobre la evolución de las ballenas.
Descubrimiento en el Valle de Ica
En el valle de Ica, en el sur de Perú, paleontólogos han descubierto 13 vértebras, cuatro costillas y un hueso de la cadera de proporciones gigantescas. Estos restos pertenecen a una especie de ballena antigua hasta ahora desconocida que habitó nuestro planeta hace unos 39 millones de años. El equipo de investigación ha bautizado a este colosal ser como Perucetus colossus.
Mediante la comparación de estos huesos con los de especies modernas, los investigadores han logrado estimar el tamaño y la masa del animal. Se cree que llegó a crecer hasta unos 20 metros de largo y podría haber pesado hasta 340 toneladas. En comparación, las ballenas azules, llegan a pesar menos de 200 toneladas. Aún contando con un margen de error, la ballena azul tiene un largo camino por recorrer para recuperar su título.
El Gigante de las Profundidades
Los huesos de Perucetus colossus eran más pesados y densos que los de las ballenas modernas. Esto habría actuado como lastre para un mejor control de la flotabilidad en aguas poco profundas y costeras. Según el equipo, esto indica que llevaban una vida completamente acuática, a diferencia de algunos parientes tempranos de las ballenas que todavía podían salir a la tierra durante cortos períodos de tiempo. Sin embargo, aún mantenía un par de diminutas patas vestigiales, reliquias de sus antepasados terrestres.
La enorme magnitud de P. colossus desafía nuestra comprensión sobre la evolución de las ballenas. Se pensaba que las ballenas alcanzaron sus enormes tamaños relativamente recientemente, hace apenas tres millones de años. Pero este nuevo hallazgo, que sugiere que se alcanzó la máxima masa corporal hace casi 40 millones de años, cambia por completo la narrativa.
Una Incógnita en la Dieta
La ausencia de un cráneo en los restos encontrados dificulta determinar la dieta de P. colossus, según indica el equipo de investigación. Este gigante prehistórico podría haberse alimentado de peces y crustáceos, o quizás fue pionero en estrategias de alimentación por filtración que las ballenas de barbas utilizan posteriormente para devorar toneladas de krill. Encontrar más restos óseos podría ayudar a responder a estas preguntas, así como a obtener una mejor estimación de su tamaño. Hasta entonces, la ballena azul está en aviso.
Más información: www.scimex.org
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