Actualizado: 11/03/2023
Ingenieros del MIT han desarrollado una fuente de energía de glucosa que podría alimentar implantes y sensores en miniatura.
La glucosa es el azúcar que absorbemos de los alimentos que comemos. Es el combustible que alimenta todas las células de nuestro cuerpo.
¿Podría la glucosa alimentar también los implantes médicos del futuro? Ingenieros del MIT y la Universidad Técnica de Múnich creen que sí.
Han diseñado un nuevo tipo de pila de combustible de glucosa que la convierte directamente en electricidad.
El dispositivo es más pequeño que otras pilas de combustible de glucosa propuestas, ya que sólo mide 400 nanómetros de grosor, es decir, aproximadamente 1/100 del diámetro de un cabello humano.
La fuente de energía azucarada genera unos 43 microvatios por cm2 de electricidad, logrando la mayor densidad de potencia de cualquier pila de combustible de glucosa hasta la fecha en condiciones ambientales.
El nuevo dispositivo también es resistente, capaz de soportar temperaturas de hasta 600ºC. Si se incorpora a un implante médico, la pila de combustible podría permanecer estable a través del proceso de esterilización a alta temperatura que requieren todos los dispositivos implantables.
El corazón del nuevo dispositivo está hecho de cerámica, un material que conserva sus propiedades electroquímicas incluso a altas temperaturas y a escala miniaturizada. Los investigadores prevén que el nuevo diseño podría convertirse en películas o revestimientos ultrafinos y envolver los implantes para alimentar pasivamente la electrónica, usando el abundante suministro de glucosa del cuerpo.
En lugar de utilizar una batería, que puede ocupar el 90% del volumen de un implante, se podría fabricar un dispositivo con una película fina, y se tendría una fuente de energía sin huella volumétrica.
Vía mit.edu
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