Científicos del RMIT han desarrollado una forma más barata y eficiente de producir hidrógeno directamente a partir del agua de mar.
Una ruta de bajo coste para obtener hidrógeno marino.
El volumen de estudios e investigaciones dedicados al hidrógeno marino es cada vez mayor. En los últimos años, la idea de poder generar el portador directamente a partir de agua salada o sucia para preservar las fuentes de agua dulce y potable ha seguido abriéndose paso en el mundo científico.
Entre los últimos avances en este sentido está el trabajo que se está realizando en la Universidad RMIT de Melbourne. Aquí, un grupo de ingenieros, en colaboración con expertos en materiales y el Sincrotrón Australiano, ha mejorado la electrólisis para poder generar hidrógeno verde a partir de los mares y océanos de forma sencilla y barata.
Uno de los mayores problemas del hidrógeno marino es la coproducción de cloro.
Si tuviéramos que satisfacer las necesidades mundiales de hidrógeno sin resolver primero este problema, produciríamos 240 millones de toneladas de cloro al año. No tiene sentido sustituir el hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles por una producción de hidrógeno que podría dañar nuestro medio ambiente de otra manera.
Dr. Nasir Mahmood, uno de los autores de la investigación.
Pero este no es el único problema. La electrólisis en el mar también necesita catalizadores valiosos y grandes cantidades de agua: pueden necesitarse unos 9 litros para producir un solo kilogramo de H2.
Láminas de níquel y molibdeno para electrólisis marina.
Para invertir la tendencia, los científicos crearon un catalizador especial que podía funcionar específicamente con agua de mar y que, además, era eficaz, estable y barato de producir.
Además, «requiere muy poca energía para funcionar y podría utilizarse a temperatura ambiente«, explicó Mahmood. «Aunque se han desarrollado otros catalizadores experimentales para dividir el agua de mar, la mayoría son complejos y difíciles de ampliar«.
La receta de la Universidad RMIT usó láminas de fosfuro de níquel-molibdeno dopadas con nitrógeno, salpicadas superficialmente con diminutos poros capaces de acelerar la actividad catalítica.
Las pruebas han demostrado que el nuevo catalizador presenta una eficacia excepcional, suprimiendo por completo la generación de cloro. El siguiente paso será construir un electrolizador prototipo que incorpore una pila de estas láminas catalizadoras para producir grandes cantidades de hidrógeno marino, optimizando el rendimiento a gran escala.
Vía www.rmit.edu.au
Alvaro Ruiz Rodriguez dice
Excelente compartir estos avances científicos que buscan sustituir las energías fósiles por energías limpias.
Naturalmente que el tema es necesario mirarlo en forma integral de tal manera que los elementos coproducidos con el elemento objetivo, sean manejados adecuadamente de tal manera que resulte una solución real.
Felicitaciones y gracias por compartir!!!