Actualizado: 10/12/2018
El 2020 puede ser el de la revolución de los vehículos eléctricos. Todos aquellos a los que les gustaría optar por este tipo de turismo, pero que todavía se resisten ante la ansiedad que genera su baja autonomía, pueden marcar ese año en el calendario porque, para entonces, el Instituto Fraunhofer prevé poner a prueba EMBATT, un nuevo concepto de batería que podría extender hasta los 1.000 kilómetros la autonomía de estos turismos, desde los 161 actuales.
Dentro de un proyecto subvencionado por el Gobierno alemán y liderado por el Fraunhofer Institute for Ceramic Technologies and Systems (IKTS), se trata actualmente de dar respuesta a dos de los desafíos que mantienen pisado el freno a la expansión de los vehículos eléctricos: hasta ahora los sistemas que los alimentan están formados por cientos de miles de celdas que, con sus soportes y conectores, suman y suman espacio hasta ocupar hasta el 50% del mismo. A este se añade otro inconveniente extra: este puzle de conexiones genera resistencias que tiran a la baja la potencia.
Para atajar estos problemas, este proyecto ha reformulado el concepto de batería para ofrecer uno radicalmente nuevo para el que los investigadores han trasladado el principio bipolar de las células de combustible a las baterías de litio. En concreto, la propuesta soluciona los problemas de espacio y de resistencias mediante una nueva batería en la que las celdas pasan de estar dispersas a apilarse una sobre otra y a unificar su caja de protección y su conexión. La parte fundamental de esta batería es, sin duda, el electrodo bipolar; una placa revestida por las dos caras con materiales para el almacenamiento que, como resultado, es ánodo por un lado y cátodo por el otro
“Hemos trasladado nuestra experiencia en tecnología cerámica para construir electrodos de tal forma que necesitan poquísimo espacio, ahorran muchísima energía, son fáciles de producir y, además, tienen una larga vida útil”, explica Mareike Wolter, Project Manager del instituto Fraunhofer quien confía en que, con su “nuevo concepto, se incremente la autonomía de los coches eléctricos a medio plazo hasta los 1.000 kilómetros”.
Si esto se logra, no será solamente por el nuevo concepto de batería en sí mismo, sino porque al despejar gran parte del espacio que ocupan las baterías actuales, EMBATT permitiría insertar más unidades por vehículo, lo que supondría otro avance en la mejora la autonomía.
Tras haber ideado esta batería, el consorcio encargado de esta innovación pasa a una nueva fase en la que el objetivo será la construcción de baterías más grandes y su instalación en vehículos. Si todo avanza según el calendario previsto, se espera que los primeros test en coches eléctricos se desarrollen en 2020 para, si se logran los resultados esperados, empezar a trabajar para lanzar esta solución al mercado.
Más información en EMBATT.
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