Actualizado: 02/10/2022
Las ventanas son uno de los componentes clave en el diseño de un edificio, pero también son la parte menos eficiente energéticamente y la más complicada.
El consumo de energía asociado a las ventanas (calefacción y refrigeración) en los edificios representa un gran porcentaje del consumo total de energía en todo el mundo.
Un equipo internacional dirigido por científicos de la NTU de Singapur ha desarrollado un material de vidrio «autoadaptativo» que puede calentar o enfriar eficazmente las habitaciones en diferentes zonas climáticas del mundo, lo que ayuda a reducir el consumo de energía.
Afirman que este vidrio, el primero de su clase, responde automáticamente a los cambios de temperatura cambiando entre calefacción y refrigeración.
En verano, el vidrio suprime el calentamiento solar (luz infrarroja cercana) y potencia el enfriamiento radiativo (infrarrojo de onda larga) -fenómeno natural por el que el calor se emite a través de las superficies hacia el universo frío- para enfriar la habitación. En invierno, hace lo contrario para calentar la habitación.
El vidrio ahorrador de energía no tiene ningún componente eléctrico y funciona aprovechando los espectros de luz responsables del calentamiento y el enfriamiento. El equipo de la NTU cree que su innovación ofrece una forma cómoda de conservar la energía en los edificios, ya que no depende de ningún componente móvil, mecanismo eléctrico o bloqueo de vistas para funcionar.
En las pruebas de laboratorio, el vidrio permitió emitir una cantidad controlada de calor en diversas condiciones (temperatura ambiente – por encima de los 70 °C), lo que demuestra su capacidad de reaccionar dinámicamente a las cambiantes condiciones climáticas. El equipo descubrió que el vidrio que desarrollaron ahorraba energía tanto en las estaciones cálidas como en las frías, con un rendimiento global de ahorro de energía de hasta el 9,5% en comparación con el vidrio de baja emisividad disponible en el mercado en un edificio de oficinas de tamaño medio simulado.
Los resultados demuestran la viabilidad de la aplicación de nuestro vidrio en todo tipo de climas, ya que es capaz de ayudar a reducir el uso de energía independientemente de las fluctuaciones de temperatura estacional de frío y calor. Esto diferencia nuestra invención de las actuales ventanas de ahorro de energía, que suelen tener un uso limitado en regiones con menos variaciones estacionales.
Wang Shancheng, primer autor del estudio.
La innovación ha sido patentada en Singapur. Como próximos pasos, el equipo de investigación pretende conseguir un rendimiento de ahorro energético aún mayor trabajando en el diseño de su revestimiento de nanocompuesto.
Vía www.ntu.edu.sg
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