Actualizado: 06/06/2019
La startup australiana Nanollose presenta el primer hilo de rayón obtenido a partir de la transformación bacteriana de biomasa en celulosa. El primer eco-tejido producido a partir de residuos de coco que fue presentado en Planet Textil 2018.
En la feria Planet Textiles 2018, celebrada en Canadá, la empresa australiana Nanollose presentó una selección de tejidos de punto fabricados a partir de celulosa bacteriana derivada de residuos de coco.
El año pasado, la empresa con sede en Perth, había recaudado fondos para sus alternativas «libres de plantas y respetuosas con el medio ambiente».
El director general de Nanollose, Alfie Germano, dijo a más de 400 delegados en Planet Textil: «Identificamos una fuente de materia prima de celulosa (cocos) y fabricamos una fibra en un plazo muy breve. Pero no hay nada como una fecha límite, así que para estar frente a todos ustedes hoy, estoy muy contento de decir que no sólo tenemos una fibra, sino que hemos utilizado métodos industriales para convertirla en un hilo y hemos producido el primer lote de telas que ven la luz pública por primera vez en este evento«.
Un eco-tejido producido a partir de fibras de coco para sustituir a las fibras obtenidas de la pulpa de la madera y el algodón. Un sistema de producción textil de bajo impacto ambiental a partir de bacterias y residuos.
El proyecto se inscribe directamente en la nueva tendencia ecológica que ha llegado al sector de la confección: desde las prendas producidas gracias al reciclaje de botellas de plástico hasta las pieles ecológicas de orujo y piel de naranja, la industria de la moda se está transformando poco a poco, las buenas prácticas son ya una alternativa comercial que atrae a los consumidores.
Así nació Nullarbor, una fibra obtenida gracias a la conversión microbiana de la biomasa en celulosa. La materia prima son los residuos de la industria del coco, pero el proceso tiene el potencial de adaptarse a diferentes tipos de residuos orgánicos, utilizando muy poca agua y energía.
«Identificamos una fuente de celulosa y la transformamos en fibra en muy poco tiempo«, explicó Germano estos días durante el evento Planet Textil 2018 en Canadá, exhibiendo el primer lote de eco-tejido hecho de coco.
En la actualidad, la empresa usa subproductos de coco procedentes de Indonesia, que se sintetizan y transforman en fibras textiles usando la tecnología patentada por la empresa.
Pero para llevar Nullarbor a la fabricación a gran escala, la startup está dispuesta a abrir las puertas de su «moda fermentada» incluso a los residuos de cervecerías y bodegas.
«Para fabricar las fibras de rayón que se utilizan actualmente en la ropa, hay que talar un gran número de árboles, cortarlos y tratarlos con productos químicos peligrosos, y para producir suficiente algodón para una sola camiseta se necesitan 2.700 litros de agua«, añade Germano.
El hilo y el eco-tejido final se producen usando equipo industrial estándar, lo que significa que llevar el proceso a escala comercial no requerirá ninguna intervención por parte de los fabricantes de ropa. «Este progreso representa un paso más en la demostración de que nuestra tecnología funciona«.
Más información: nanollose.com
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