Actualizado: 08/11/2023
El fabricante alemán relanza sus planes de movilidad eléctrica. Objetivo: Vender 22 millones de vehículos eléctricos.
Con los nuevos vehículos eléctricos y los acuerdos estratégicos, el Grupo Volkswagen deja a un lado la producción de baterías.
El grupo Volkswagen vuelve a enarbolar la bandera de la movilidad eléctrica. Con las secuelas del dieselgate todavía en el aire, el fabricante de automóviles alemán intenta poner en el centro de atención sus políticas ecológicas y, para ello, retoca las cifras de su plan de negocio.
Según el anuncio de la propia empresa, en 2028 se pondrán en producción 70 nuevos modelos eléctricos, es decir, 20 más de lo que el grupo ya había anunciado. El objetivo es fabricar y vender 22 millones de vehículos eléctricos en la próxima década, y ya habría seleccionado a cuatro fabricantes de baterías de litio.
Se trata de un gran paso adelante dada la situación actual. El Grupo Volkswagen, que incluye a Audi, Porsche y Skoda, cerró el año 2018 con un número récord de ventas: 10,8 millones de coches de los cuales, sin embargo, sólo 40.000 eran eléctricos y sólo 60.000 híbridos enchufables. Sin embargo, el nuevo reglamento de emisiones de la UE no deja lugar a demoras ni a replanteamientos: la industria tendrá que comprometerse a reducir en un 30% las emisiones de CO2 de los vehículos ligeros para 2030 y a garantizar una cuota eléctrica determinada.
Tenemos los medios para alcanzar el objetivo. Además, no hay alternativa.
Herbert Diess. CEO VW.
No sólo eso. La empresa anunció que instalaría 400 estaciones de carga rápida en toda Europa y que, tal vez, ocuparía un lugar en la futura producción de baterías de coches eléctricos de la UE.
Y mientras que la inversión en investigación y desarrollo crece constantemente (y tiene un impacto en los beneficios), la alta dirección de VW recuerda que el objetivo final es reducir las emisiones de carbono de toda la flota para mediados de siglo. «Volkswagen cambiará radicalmente«, añadió Diess, «tenemos una clara responsabilidad sobre las tendencias clave del futuro, especialmente las relacionadas con la protección del clima.»
Un camino estimulado sobre todo por las nuevas normas europeas. De hecho, muchos fabricantes de automóviles están intentando compartir los costes de desarrollar la movilidad del futuro. Basta pensar en el acuerdo firmado entre BMW y Mercedes dedicado a la conducción autónoma. O, de nuevo, entre el mismo VW y Ford que en enero anunció un plan para construir juntos nuevos coches.
Este es el primer plan climático creíble de un fabricante importante de automóviles: el enfoque de Volkswagen en los coches eléctricos asequibles es correcto, y su reconocimiento de que el acuerdo de París y el motor de combustión interna no van bien es un paso adelante.
William Todts, director ejecutivo de T&E.
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