Actualizado: 09/12/2023
“La India es un país que ama los colores brillantes”. Un poco por eso y otro por años de trabajo para mejorar la estética de los paneles solares fotovoltaicos, el Instituto Indio de Tecnología de Bombay (IIT) acaba de anunciar un avance tecnológico que permite adaptar el color de los módulos solares. Esta innovación puede suponer un paso adelante para la integración de los paneles convencionales en cristales y fachadas de edificios, no solo sin mermar su estética, sino sumando y mejorándola.
La afirmación anterior, la del amor de la India hacia los colores, corresponde a Aldrin Antony, impulsor junto a Anshkumar Soman de esta tecnología. Bautizada como SMART, esta solución consiste básicamente en un recubrimiento novedoso que, unido a las células solares convencionales, les aporta el color que elija el usuario.
Estos recubrimientos inteligentes son el resultado de la mezcla de estructuras nanofotónicas que reflejan de manera selectiva la longitud de onda deseada. La combinación de los revestimientos genera distintos colores en los módulos solares. Esto se logra sin una merma sustancial de eficiencia, asunto por el que los colores de esta tecnología habían estado prácticamente limitados al negro y al azul. Sin embargo, los paneles con este revestimiento de color tienen una eficiencia del 60% respecto a las células convencionales, en el caso de que se opte por el blanco. Para colores como el verde, el rojo o el azul, la eficiencia es del 80% respecto a un panel convencional.
“Deseamos fabricar células solares personalizables, atractivas e irresistibles, además de contribuir a un planeta más verde. Imagina fachadas y cortinas de ventanas brillantes, atractivas y coloreadas que, además, generan energía para ti ¿no es genial?”. Así describía las potencialidades del avance Aldrin Antony para el periódico The Hindu y es que, como apunta, este recubrimiento inteligente puede acelerar el salto de los paneles en tejados o sobre tierra, a prácticamente cualquier superficie imaginable.
SMART, aseguran sus creadores, no es solo una solución adecuada para diseños arquitectónicos de energía solar fotovoltaica integrada en edificios (BIPV, del inglés Building Integrated Photovoltaics), sino que puede favorecer la expansión de la industria por su versatilidad cromática y por la facilidad para incorporar estos recubrimientos en ventanas, fachadas, tejas o cualquier lugar en el que se quiera captar energía y dar un toque de color.
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