Seguro que a más de uno nos gusta este fruto del bosque, pero a lo mejor no imaginabais lo sencillo que puede ser tenerlo en nuestro jardín o en nuestro huerto urbano/terraza. Con unos sencillos consejos que os damos en el vídeo podréis tener vuestras plantas de frambuesas listas para poder disfrutar de sus frutos en otoño o en el siguiente año.
Si os gustan los frutos del bosque este es uno por los que recomiendo empezar para cultivar se adapta muy bien a diferentes terrenos y sobre todo es muy productivo, en este caso no lo haremos de semilla porque al igual que la fresa se reproducen mucho mejor por otros sistemas, así que nosotros usaremos una planta comprada en un vivero.
La época de plantación es en invierno, tanto en el huerto como en maceta, pero no os preocupéis por el frio ya que es una planta que prefiere climas templados así que no sufrirá por tenerla en exterior en esta época. El mayor cuidado que debemos tener con esta planta es donde la colocamos, ya que tiende a ser invasora así que si la ponemos en una maceta o jardinera tampoco tendremos ese problema.
Frambuesas
Las frambuesas son arbustos perennes que pueden alcanzar entre 2 y 3 metros de altura, lo que las convierte en una excelente opción para cualquier huerto sostenible. Aunque son plantas resistentes tanto al frío como al calor, prefieren climas templados, evitando temperaturas extremas. El momento ideal para plantar frambuesas es durante el invierno, cuando las condiciones climáticas favorecen su desarrollo.
Cómo cultivar frambuesas.
Preparación del terreno
Antes de plantar, es crucial preparar adecuadamente el terreno. Se recomienda remover el suelo hasta una profundidad de aproximadamente 40 centímetros. Esto asegura que las raíces puedan extenderse fácilmente. Además, el suelo debe ser suelto pero no completamente arenoso ni arcilloso. Una textura intermedia permitirá que el sistema radicular retenga humedad sin quedar encharcado, lo que podría asfixiar las raíces.
Se sugiere enriquecer el suelo con humus de lombriz para proporcionar nutrientes esenciales a la planta. En la capa más baja, a unos 10 centímetros de profundidad, se puede incorporar estiércol, lo que mejorará aún más la calidad del sustrato.
Proceso de plantación
La frambuesa puede crecer tanto en áreas soleadas como en semisombra, aunque tiende a preferir espacios con luz solar. Para garantizar un crecimiento óptimo, se recomienda dejar una distancia de plantación de entre 50 y 60 centímetros entre cada planta.
Al extraer la planta de la maceta, es importante abrir las raíces suavemente para evitar el «efecto maceta», donde las raíces solo crecen hacia abajo. Así, se fomentará un crecimiento lateral más saludable. Tras colocar la planta en el hoyo, se cubre con la tierra removida previamente, asegurando que quede bien asentada pero sin comprimirla demasiado.
Riego y fertilización
El riego es fundamental en el cultivo de frambuesas, ya que necesitan un suelo constantemente húmedo, pero sin llegar a encharcarse. Se recomienda regar de manera ligera pero regular, especialmente durante la floración y la formación de los frutos. En estas etapas, la planta tiene una mayor demanda de agua y nutrientes, por lo que es aconsejable añadir un aporte adicional de potasio, que se puede obtener fácilmente mediante el uso de té de plátano.
Acolchado y control de malezas
Una vez plantadas las frambuesas, es recomendable aplicar un acolchado sobre el suelo. El acolchado ayuda a retener la humedad, previniendo la evaporación, y también reduce el crecimiento de malas hierbas, que competirían por los nutrientes. Sin embargo, es importante que el acolchado no toque directamente el tallo de la planta, ya que esto podría generar pudrición, un problema especialmente común en plantas como la frambuesa.
Cuidado y mantenimiento
Las frambuesas tienen raíces invasoras, por lo que es preferible plantarlas en una zona separada del resto del huerto, evitando que se extiendan descontroladamente. Además, son susceptibles a la aparición de hongos, por lo que deben mantenerse bien aireadas, con suficiente espacio para que circule el aire entre las plantas. Esto, combinado con un correcto manejo del acolchado, reducirá la probabilidad de infecciones fúngicas.
Este puede ser el resultado del trabajo 🙂
Animaros a cultivarlas, disfrutareis un montón así que os dejo con el vídeo!
Autor: Toni Frito.
Deja una respuesta