El aumento de los precios del petróleo ha continuado tras las consecuencias del conflicto ruso-ucraniano.
El posible bloqueo de las exportaciones rusas ha disparado los precios del petróleo a sus niveles más altos desde 2008: el WTI ha cotizado por encima de los 124 dólares por barril, mientras que el Brent ha superado el umbral de los 130 dólares (durante un breve periodo de tiempo, la cotización llegó a los 138 dólares).
Los últimos acontecimientos de la mesa de negociaciones, y en particular las primeras noticias sobre un posible alto el fuego, enfriaron considerablemente los intercambios, empujando el índice de referencia estadounidense por debajo de los 118 dólares y el internacional por debajo de los 120 dólares. En cualquier caso, la incertidumbre de la situación provocó una fuerte volatilidad durante la negociación.
Nuevas sanciones a la vista.
La primera parte de la sesión estuvo marcada por las últimas declaraciones de los diplomáticos implicados en la disputa entre los países occidentales y Rusia sobre las sanciones.
Estados Unidos y sus aliados europeos están estudiando la posibilidad de prohibir las importaciones de petróleo ruso como una medida más para golpear la economía rusa y convencer a Vladimir Putin de que retire sus tropas de Ucrania.
Entre otras cosas, Washington estaría dispuesto a seguir adelante con la prohibición incluso sin el apoyo de los europeos. En este sentido, algunos senadores estadounidenses ya han presentado un proyecto de ley ad hoc que podría convertirse en ley en muy poco tiempo debido al apoyo bipartidista a la imposición de sanciones cada vez más duras a Rusia.
El efecto en la gasolinera.
Las nuevas sanciones, junto con la intención de los países de la OPEC de no aumentar la producción de petróleo, no harán más que empujar los precios al alza, con un efecto directo en los precios de los combustibles.
Incluso Estados Unidos, que es uno de los mayores productores del mundo gracias, en parte, a la explotación de sus reservas de esquisto, está experimentando un aumento constante del precio de la gasolina.
Las últimas cifras publicadas por el sistema de información estadounidense muestran que ahora se necesitan más de 3,60 dólares para comprar un galón, un dólar más que hace un año.
La incertidumbre actual va a hacer que los precios suban aún más, como ya está ocurriendo en Europa y, sobre todo, en Italia. Según los resultados del Observatorio de Combustibles de Mise para la semana del 21 al 27 de febrero, la gasolina alcanzó una media de 1,869 euros por litro y el gasóleo de 1,740.
Gasolina, más de 2 euros.
Sin embargo, en los últimos días, los precios de los dos carburantes han subido muy por encima de los 2 euros en algunos países europeos.
En los próximos días, la sangría de precios está destinada a empeorar.
Entre otras cosas, las elevadas subidas de precios de los últimos días están empezando a tener sus primeras consecuencias en algunos sectores económicos importantes: las flotas pesqueras de varios barcos han decidido no retirar sus amarres debido al coste excesivamente elevado del combustible.
Entre los que están sufriendo las peores consecuencias de la subida de precios se encuentran también los transportistas por carretera, que ya han protagonizado sus primeras protestas.
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